El Hospital Rey Juan Carlos cuenta con dos circuitos en Urgencias Pediátricas para ofrecer una atención «segura»
El Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Universitario Rey Juan Carlos ha redistribuido sus espacios en dos circuitos independientes con el objetivo de ofrecer una atención «segura» al paciente y reducir el riesgo de contagio por Covid-19 en sus instalaciones.
«Desde antes del triaje, se separa a los pacientes en salas de espera diferenciadas: una para aquellos con síntomas infecciosos y otra para los que acuden por otros problemas, como heridas o traumatismos», ha explicado la doctora Myriam Herrero, responsable del Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital.
Herrero ha recomendado a los padres «ser prudentes» a la hora de acudir al centro aunque, si hay síntomas de alarma, ha insistido en que se debe ir a consulta con los niños y «no tener miedo de desplazarse», manteniendo siempre las medidas de prevención y seguridad vigentes, según recoge el Hospital en un comunicado.
«Si un niño presenta síntomas de alarma, los pediatras siempre insistimos en que se nos debe consultar», ha recalcado. Entre estos ha destacado el decaimiento excesivo, irritabilidad prolongada, rechazo marcado de ingesta o dificultad para respirar. También, el dolor agudo que no se calma con los analgésicos habituales, heridas o traumatismos de carácter moderado o grave o las heridas profundas.
Respecto a las consultas más frecuentes en las Urgencias Pediátricas, la especialista ha destacado aquellas que causan «fiebre e infección respiratoria, que en niños suelen tener un curso de unos 3-4 días de evolución». Además, ha puntualizado que en época de confinamiento o verano los traumatismos y heridas son más numerosos.
De esta forma, a su llegada los pacientes que acuden a este servicio son triados por el personal de Enfermería Pediátrica, que los clasifica en función de la gravedad de su patología y estado general para asignarles una prioridad. La doctora ha especificado que el tiempo de atención en triaje es habitualmente menor de 10 minutos y, en función de la prioridad, «lo habitual es que se atienda en menos de 20 minutos, aunque depende del volumen de pacientes».
Además, las salas de espera disponen de pantallas en las que se pueden visualizar en tiempo real la espera prevista para cada grado de triaje. La atención se lleva a cabo inicialmente por un pediatra que, si lo considera conveniente, realizará interconsulta con la especialidad pertinente.
Este servicio cuenta, además, con un box vital donde se atiende a los pacientes que tengan una patología emergente; una zona de observación con seis boxes donde se ubican los pacientes que tienen que permanecer un tiempo hasta su recuperación, boxes de administración de medicación inhalada y cuatro consultas de atención urgente. Estos boxes cuentan con extracción de aire que permite su renovación completa cada 40 minutos.
CONSULTAS TELEMÁTICAS
Por otro lado, el Hospital Rey Juan Carlos ha informado que el Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Universitario Rey Juan Carlos tiene integradas y consolidadas estrategias de telemedicina para la atención no presencial de los pacientes.
En este sentido, ha destacado las funcionalidades del Portal del Paciente, el el que el paciente se puede dar de alta para tener acceso a los informes, citas y resultados de las pruebas de su hijo en tiempo real.
Desde esta herramienta, se puede acceder al Diálogo web, que permite a los padres que han acudido a Urgencias Pediátricas tener una comunicación telemática con los profesionales del centro y aclarar dudas o ayudar a solventar problemas hasta una semana después de la consulta, sin necesidad de desplazarse de nuevo a un centro sanitario.
Actualmente, el centro hospitalario participa en el Observatorio Nacional de Intoxicaciones de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas y en el estudio EPICO, un análisis epidemiológico de las infecciones respiratorias por el nuevo coronavirus en la población pediátrica.
Desde 2018, el Hospital se encuentra además en la fase 3D de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN), en la que tiene lugar la formación de los profesionales, se redactan y consensuan los protocolos de asistencia a embarazadas, madres y recién nacidos, así como los protocolos de coordinación con Atención Primaria y se desarrollan los materiales de difusión.
