Revilla anuncia que esta semana se podrían confinar municipios en Cantabria si no baja la incidencia
«Una demora de unos días en la vacuna supone muertes», advierte el presidente, que pide investigar a las farmacéuticas
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha avanzado la posibilidad de que esta semana se pueda confinar algún municipio cántabro si no se rebajan la cifras de los últimos días, que en algunos ayuntamientos rozan los 1.000 casos por 100.000 habitantes.
En este sentido, ha advertido que hay municipios en Cantabria con una situación «muy grave», rondando el millar de casos cuando la media de la comunidad autónoma es de 400, lo que podría obligar a Sanidad a ordenar su confinamiento.
De hecho, Revilla cree que con una incidencia de 1.000 casos por 100.000 habitantes «se tomarían medidas de confinamiento» de los ayuntamientos.
Aunque el presidente no es partidario ni piensa que se vaya a llegar a un confinamiento domiciliario como el de marzo y abril, sí ha advertido de la posibilidad de que Sanidad, «que es la que tiene capacidad», pueda adoptar esta semana «alguna medida en algún municipio en el que está bastante disparado el coronavirus».
«En algún ayuntamiento de Cantabria pudiera Sanidad, según me cuenta, tomar alguna medida de confinamiento si no se rebajan las cifras que hemos tenido en los últimos días», ha manifestado Revilla a preguntas de la prensa durante una visita al entorno del parque de emergencias de Villacarriedo.
El presidente ha considerado que el crecimiento de ingresos en la UCI de los últimos días entra dentro de «lo previsto» puesto que la tercera ola será peor que la anterior en algunos lugares. «En Cantabria, todavía no, porque hay que recordar que llegamos a tener a 400 personas en cama y ahora tenemos 200 y en UCI a 42 y tenemos 30».
Revilla ha señalado que aunque todavía la región no tiene la presión hospitalaria de otras, un diez por ciento de los infectados diarios acaban en el hospital y de esos, otro diez por ciento acaba en la UCI «y de los que van a la UCI, la mitad se mueren». Una situación «terrible» que requiere de protección personal y de vacunas.
En este sentido, el presidente ha reconocido que está «muy preocupado» con el «gran problema» de la escasez de vacunas, y se ha congratulado de que la Unión Europea «tome cartas en el asunto» porque se ha producido un «incumplimiento» por parte de las farmacéuticas que duda que sea por casualidad. «Pfizer achaca la demora a una nueva cadena de montaje pero inmediatamente se han sumado a la demora en la entrega de vacunas AstraZeneca y Moderna», ha apuntado.
Revilla ha advertido que sería «muy terrible» que no se pudiera poner la segunda vacuna por falta de suministro, con lo que se podría «desperdiciar» a una parte de las personas que han sido vacunadas.
Por eso, el regionalista ha pedido que se abra una investigación a las farmacéuticas, como va a hacer la Unión Europea porque «los compromisos que estaban firmados se incumplen y además no por una sino por todas».
«Estamos jugando con las vidas de las personas. Una demora de unos días en la vacuna supone muertes», ha subrayado Revilla, para quien el «mayor problema» actual es el suministro de vacunas porque «gente para ponerlas hay de sobra».
«Si hay vacunas, se colocan; no es suficiente con el servicio público, con el privado. Pero hay que traer la vacuna, que es el único horizonte que tenemos en este momento para ver la salida de este túnel; sino esto es un desastre», ha advertido.
En este sentido, ha insistido en que «no hay otra alternativa que la vacuna» para detener el virus y que «lo demás», es decir, «cerrar, abrir, restringir» son «parches».
Por eso para Revilla «es una pena que nos estén entregando las vacunas con esta cadencia y, sobre todo, que hayan cortado el suministro cuando ya teníamos colocada una primera dosis a todos los sanitarios y a todos los dependientes. Sería una catástrofe que hubiese personas que no puedan recibir la segunda dosis porque no nos las dan», ha reiterado.
Al hilo ha vuelto a sostener que si en junio no está vacunado el 70% de la población no habrá una inmunidad de grupo que permita empezar a «abrir un poco» la economía» y llegar a «cierta normalidad»
«Si seguimos en esta fase sin vacunas, abriendo y cerrando, el drama económico que nos presenta este año es de catástrofe total, cualquier previsión se viene al suelo», ha advertido, insistiendo en que «algo está fallando» cuando los compromisos de entrega a las farmacéuticas se reducen al 50% «y no una sino todas».
«Es un problema de Europa y la Unión Europea tiene que poner firmes a las farmacéuticas diciendo lo que esto no es una broma, que esto no es un mercado donde, según la coyuntura, se puedan lanzar más productos. Hay que sacar al mercado todo lo que se tenga, poner a trabajar a la gente veinticuatro horas al día, que estamos jugando con la vida de las personas».