Calvo cree que España no puede volver a un confinamiento como el de marzo y que las CCAA tienen «elementos por agotar»
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, ha señalado que España no puede volver a un confinamiento como el de marzo y cree que las comunidades autónomas tienen «elementos por agotar» en materia de restricciones.
«Todo el mundo tiene que saber que a un confinamiento como el de marzo nuestro país no puede volver», ha sostenido en declaraciones a los medios a su salida de la Biblioteca Nacional tras presidir un acto de recuerdo y homenaje a la filóloga María Moliner, con motivo del 40 aniversario de su fallecimiento.
Tras ser preguntada sobre si el Gobierno se plantea tomas medidas más restrictivas para frenar la tercera ola, Calvo se ha referido a las palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa. «Como reitera constantemente el ministro, en el Consejo Interterritorial hay unas comunidades autónomas que hacen una serie de planteamientos y de propuestas y otras distintos», ha detallado después de que el pasado miércoles se rechazara la petición de varias autonomías para adelantar el toque de queda a las 20.00 horas.
Ha explicado que el estado de alarma que estará vigente hasta el 9 de mayo permite a las comunidades autónomas «diferentes posibilidades de decisiones que todavía no están agotadas» y que, a pesar de contar con unas cifras «evidentemente preocupantes» son «mejores que las de otros países» del entorno próximo a España.
Calvo ha insistido en que los Gobiernos regionales tienen «todavía espacio de trabajo como bien se pone de manifiesto en la Interterritorial», al tiempo que ha insistido en que las medidas se acordarán «tratando de cooperar y coordinar de la mejor manera posible».
En esta clave, ha aprovechado para destacar que España es «el segundo país de Europa vacunando y el séptimo del mundo» y, en este sentido, ha señalado que hay que «poner el foco en mejorar la vacunación».
Por último, ha criticado a los que «se saltan de manera nada ejemplar y completamente reprochable vacunarse utilizando su situaciones de cargo público por encima del resto de la ciudadanía». Para Calvo, se trata de una «una absoluta indignidad».