González Laya reafirma el compromiso de España con la Alianza Sahel para el desarrollo de la región
España lleva a cabo 94 proyectos por valor de 105 millones de euros
La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha reiterado este martes el compromiso del Gobierno con el desarrollo de los países del Sahel a través de la Alianza Sahel, a cuyos proyectos se han destinado 105 millones de euros.
Según la ministra, que es actualmente presidenta de la Asamblea General de esta alianza, la iniciativa podrá seguir contando tanto con el Gobierno con ella para «promocionar e invertir» en su labor, dado que se ha convertido en la «principal plataforma de coordinación y de concertación de la cooperación internacional de la región» en un contexto marcado por la «inestabilidad y la inseguridad».
En este sentido, ha puesto en valor no solo los más de 800 proyectos y 17.000 millones de euros en recursos movilizados, sino el hecho de que la Alianza Sahel constituye un «recinto privilegiado de diálogo» de sus miembros con los países del G-5 Sahel –Mauritania, Malí, Níger, Chad y Burkina Faso– con vistas a «hablar con franqueza sobre lo que hay que hacer para el éxito» de esta región.
La ministra ha incidido además en que los proyectos han tenido «resultados muy concretos y que han tenido un efecto positivo en la población», subrayando la importancia de que el desarrollo conecte con quienes viven en donde se implementa.
Así, ha resaltado la creación de corredores y pistas para la trashumancia de ganado, el hecho de que más de 3 millones de niños hayan sido vacunados o el que más de medio millón de personas se hayan beneficiado de acceso a electricidad o hayan visto el mismo mejorado.
Igualmente, ha incidido en los esfuerzos en materia de igualdad de género, «ingrediente necesario para hacer avanzar nuestras sociedades», así como en la creación de empleo para los jóvenes, en una región donde la población es muy joven y el crecimiento demográfico es muy rápido.
En opinión de González Laya, son resultados que «muestran bien por qué esta alianza vale la pena, por qué hay que seguir invirtiendo en ella» y que también deben seguir para «imaginar algunas pistas sobre cómo mejorar o seguir avanzando».
Desde la primera asamblea general celebrada el pasado mes de febrero ya hay iniciativas en marcha, entre las que ha resaltado la priorización de las zonas frágiles y la profundización del diálogo con el G-5 Sahel sobre las reformas de política pública.
Además, ha apostado por trabajar en futuro «en la consolidación de la eficacia y la rapidez en la ejecución de los proyectos en curso», así como por mejorar la «adaptación a la evolución de la situación y la capacidad de responder a nuevos desafíos».
ORIGEN DE LA ALIANZA
La Alianza Sahel es una iniciativa que lanzaron en 2017 Francia, Alemania y la Unión Europea y de la que actualmente forman parte catorce miembros, entre ellos España, cuyo principal objetivo es apoyar a los países del G5 Sahel mediante ayuda al desarrollo.
Se trata de un mecanismo por el que se busca una mayor coordinación entre los socios multilaterales y bilaterales de estos países para que la ayuda pueda ser más rápida, efectiva y tener un mayor impacto.
Para ello se han identificado seis sectores prioritarios de actuación: educación y empleo juvenil; agricultura, desarrollo rural y seguridad alimentaria; energía; descentralización y servicios básicos; gobernanza; seguridad doméstica. De forma transversal a todos ellos hay cuatro ejes vertebradores que son género, juventud, clima y sector privado.
España participa en 94 proyectos, valorados en 105 millones de euros, según han indicado a Europa Press desde la Alianza Sahel. De ellos, 30 proyectos se desarrollan en Malí, por un monto de 37 millones de euros; otros 35 se realizan en Mauritania, por 22,5 millones de euros; mientras que en el caso de Níger se ejecutan 28 proyectos por 44,7 millones. Además, hay un proyecto de carácter regional por 800.000 euros.