Los fenómenos meteorológicos extremos y el fracaso en la acción climática, los principales riesgos futuros
También suponen una amenaza las enfermedades infecciosas, la crisis de empleo e ingresos de las personas o el fracaso en la ciberseguridad
Los fenómenos meteorológicos extremos, el fracaso en la acción climática, los daños en el medioambiente por la acción del ser humano, la pérdida de biodiversidad y las enfermedades infecciosas son los principiarles riesgos con más probabilidad de ocurrencia en los próximos diez años.
Así se desprende del informe Global Risks Report 2021 , un documento elaborado por el Foro Económico Mundial con la colaboración de la consultora de riesgos y correduría de seguros Marsh & McLennan.
En esta lista también se clasifican riesgos tecnológicos, sociales y geopolíticos, como la concentración del poder digital, la desigualdad digital, la fractura de las relaciones entre estados, el fracaso en la ciberseguridad y la crisis de empleo e ingresos de las personas.
«El mundo se enfrenta a dos importantes retos: la salud del planeta y la salud de los seres humanos», ha señalado el director general de Marsh España y portavoz del informe, José María Carulla.
En su opinión, se debe seguir actuando en coordinación entre empresas, gobiernos y sociedad para desarrollar planes y políticas que permitan vivir en un mundo lleno de oportunidades para la población.
El informe evalúa por primera vez los riesgos en función del momento en que los 650 encuestados que han participado en su elaboración perciben que supondrán una amenaza crucial para el mundo.
Así, los peligros más inminentes, es decir, que se pueden materializar desde ahora hasta dentro de 2 años, son las enfermedades infecciosas, la crisis de empleo (ingresos de las personas), los fenómenos meteorológicos extremos, la falta de ciberseguridad y la desigualdad digital.
A medio plazo –de 3 a 5 años–, se colocan los riesgos económicos y tecnológicos; el estallido de burbujas de activos, caída de infraestructuras de TI, inestabilidad de precios y crisis de deuda.
Por último, están las amenazas a largo plazo –de 5 a 10 años–, entre las que se encuentran las armas de destrucción masiva, el colapso de los Estados, la pérdida de biodiversidad, avances tecnológicos adversos y crisis de los recursos naturales.
«No debemos ignorar la planificación y los riesgos a largo plazo. En el ámbito empresarial, ante la incertidumbre del futuro próximo, las compañías deben revisar continuamente sus estrategias de mitigación de riesgos y reforzar su estructura y planes para superar crisis», ha añadido Carulla.