El jefe de la Oficina del Censo de EEUU dimite en medio de dudas sobre su gestión en el recuento de migrantes
El director de la Oficina del Censo de Estados Unidos, Steven Dillingham, ha anunciado este lunes su dimisión, tras una gestión marcada en la última semana por las acusaciones de presiones para que no fueran censados aquellos migrantes en situación irregular, con vistas a beneficiar a los republicanos en el reparto de los escaños en el Congreso.
«A partir del 20 de enero de 2021, me retiraré de mi puesto como director de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Tengo una sonrisa en mi rostro y gratitud en mi corazón por todo lo que han hecho por nuestra nación», ha escrito Dillingham en una carta de despedida dirigida a su equipo.
Dillingham ha sido señalado recientemente por una investigación del Departamento de Comercio, en la que se aseguraba que habría presionado a los funcionarios de su oficina para que no incluyeran en el censo a los migrantes irregulares antes de que el presidente, Donald Trump, abandonara la Casa Blanca.
Ante estas denuncias, Dillingham, cuya dimisión ya fue reclamada por grupos de derechos civiles y congresistas demócratas, ordenó al personal de su equipo que dejara de trabajar en ese informe.
La cuestión está relacionada con una orden ejecutiva de julio de 2019, con la que Trump buscaba incluir una polémica pregunta en relación a la ciudadanía y pretendía dejar fuera del censo a aquellas personas en situación irregular, con lo que los republicanos ambicionaban mejorar su representación en la Cámara de Representantes y, con ello, conseguir más votos electorales.
Sin embargo, el Tribunal Supremo echó para atrás ese epígrafe de la norma, lo que obligó a Trump un año después a emitir un memorando en este sentido, aunque también fue impugnado ante el Supremo. Históricamente, las personas en situación irregular están incluidas en el censo y no se prevé que el presidente electo, Joe Biden, vaya a modificarlo.
Dillingham, nombrado por Trump en enero de 2019 para ocupar el cargo, ha asegurado, en declaraciones publicadas por el diario Politico , que su salida había sido prevista con anterioridad, pero recibió «peticiones para continuar trabajando durante y después de la transición, incluso siendo funcionario del presidente electo Biden».