Iglesias ve «repugnante» que se «banalice el fascismo» al comparar el asalto al Capitolio con protestas de la PAH
El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado que comparar el asalto al Capitolio de Estados Unidos con las protestas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y concentraciones como Rodea el Congreso durante el 15M es «banalizar el fascismo» de forma «repugnante».
«Comparar lo que hacía la PAH, que lo máximo que hizo fue ir a casa de un político un día, con intervención enormemente contundente por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, con lo que han hecho a mi familia, que siguen yendo todos los días desde hace prácticamente un año es banalizar el fascismo. Comparar a neonazis con familias afectadas por los desahucios es banalizar el fascismo, del mismo modo que los que han pretendido comparar el asalto violento al Capitolio con que hubiera una concentración de centenares de manifestantes, con la policía que evitó que se acercaran al Congreso, es banalizar al fascismo», ha subrayado.
En una entrevista al programa Salvados de La Sexta, recogida por Europa Press, Iglesias ha indicado en relación a las concentraciones frente a su casa que es una situación que «no desea a nadie», pero que no va a ir de «víctima».
También ha dicho que «asume las reglas del juego» por estar en la política y está convencido de que por ello a sus hijos les va a tocar «situaciones desagradables».
Preguntado sobre si EH Bildu debe condenar los ongi etorri (homenajes a miembros de ETA), Iglesias ha respondido que sí dado que estos actos no contribuyen a normalizar la situación en el País Vasco.
Pero a renglón seguido, ha destacado que diputados de esta formación han acudido recientemente a un homenajes al exministro Ernest Lluch (asesinado por la banda terrorista) en el Congreso y han manifestado solidaridad con víctimas de ETA. En consecuencia, sería «injusto negar» que se han dado pasos en esa dirección por parte de la izquierda abertzale.
PRESIONES DE LOS PODEROSOS
En otro plano y sobre si ser vicepresidente es como se imaginó, Iglesias ha dicho que al estar dentro del Ejecutivo se ha dado cuenta que las presiones de poderes económicos y sus brazos mediáticos son «enormes» y eso habla en cierta manera de «una democracia limitada» por sectores que ponen muchas «trabas» a la «voluntad» que la gente ha expresado en las urnas.
«Lo fundamental es que estar en el Gobierno no es estar en el poder. Nosotros tenemos obligación de aplicar programa de gobierno, nos faltan muchas cosas por aplicar y hay cosas que se tenían que aplicar ya y no se han hecho», ha apuntado para aseverar que seguirá diciendo las verdades aunque sean «incómodas».
También se ha reafirmado en su convicción de que hay personas que mandan más que diputados y ministros, al decir que «dueños de bancos y grandes empresas tienen más poder que él y no les ha votado nadie». «Ningún rico o poderoso está dispuesto está dispuesto a aceptar fácilmente una decisión, por muy democrática que sea, si afecta a su riqueza y su poder (…) es duro pero es la puñetera verdad», ha apostillado.
SABE CÓMO ES SU SOCIO DE GOBIERNO
Además, ha indicado que está seguro de que la primera opción del PSOE para gobernar siempre fue Ciudadanos, algo que «no han ocultado» y por el que no hace «reproche moral alguno».
«Yo sé quien es mi socio de gobierno. Podemos hacer muchas cosas buenas para España, pero no se me olvida cuáles son sus preferencias, que tenemos diferencias muy amplias» ha desgranado para añadir que es algo normal, puesto que los grandes debates en este país están en el seno del Ejecutivo.
Y es que Iglesias ha reivindicado que la discusión, el debate e incluso las tensiones son positivas porque permiten conseguir cosas y cumplir el programa de gobierno pactado.