Los jóvenes creen que las tiendas físicas no desaparecerán, pero sí que habrá adaptaciones
Los jóvenes creen que las tiendas físicas no desaparecerán, pero sí que habrá adaptaciones a la nueva experiencia de consumo que demanda ahora el cliente.
Esta es una de las conclusiones de la nueva sesión de los Savills Talks Young Talent , donde los jóvenes profesionales se han mostrado optimistas de cara al futuro y han confiado en que el canal físico seguirá siendo clave en el segmento retail.
En su opinión, el trato personalizado y ofrecer innovaciones tecnológicas que faciliten la compra a los consumidores marcarán el futuro del comercio.
En la novena edición de los Savills Talks Young Talent , jóvenes profesionales del sector retail reunidos por Savills Aguirre Newman han debatido sobre el presente y futuro de este segmento y han profundizado en la situación del retail en la ciudad de Málaga, donde la consultora inmobiliaria cuenta con oficina propia.
A pesar de que el retail se vio muy afectado por el periodo de confinamiento durante los primeros meses de la pandemia, el sector es optimista ya que los consumidores han vuelto a las tiendas con la desescalada, lo que demuestra que el sector es resistente y los establecimientos comerciales no desaparecerán.
Otra conclusión de la sesión es que los operadores retail tienen que adaptarse a las nuevas tendencias de consumo y ofrecer una experiencia de compra cómoda, segura y conveniente a los clientes.
El futuro del retail, según se ha puesto de manifiesto en la jornada, pasa por la convivencia del canal online y el físico.
«Al consumidor español le sigue gustando ir a la tienda y vivir la experiencia de compra in situ, lo que nos hace pensar que el canal físico no desaparecerá», sostienen los jóvenes profesionales reunidos por la consultora.
Sin embargo, los mismos operadores sí han notado un cambio en el comportamiento del consumidor. Ahora, señalan, «los clientes focalizan más sus compras, de modo que pasan menos tiempo en la tienda». Esta tendencia, coinciden, también se nota en los probadores, donde los clientes permanecen menos rato ya que prefieren probarse las prendas en casa.