Puig despide el «año fatídico» con la vista puesta en la década «más decisiva» y animando a «ponernos en pie y despegar»
Dice que es tiempo de la «gestión, eficacia y trellat » y afirma que los fondos de la UE se deben traducir en 90.000 empleos en tres años
El president asegura que 2021 debe ser el año de la financiación justa y que haga viable «una España de Españas » que suture heridas
VALÈNCIA, 01
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha despedido en su tradicional mensaje de Fin de Año este 2020 como un año «fatídico», el «más difícil» de nuestra vida, pero con una mirada puesta en la esperanza que se abre con la vacuna y en la década «más decisiva» que llega, donde reivindica que es tiempo de la «gestión, eficacia y el trellat «, y en la que, según ha dicho, los valencianos «no queremos solo levantarnos» tras la pandemia sino «ponernos en pie y despegar».
Desde La Nau de la Universitat de València, como símbolo de la ciencia, la educación y Europa, en este año que «nos ha llevado al límite», ha recordado a ls muertos y enfermos por el coronavirus, la «tristeza» de estos meses y ha compartido su «afecto y un sentido abrazo» con las 2.800 familias valencianas que han perdido a un ser querido.
Y también ha dado las gracias a todo el esfuerzo que está haciendo la sociedad valenciana, un pueblo que asegura que «no es como lo pintaban cuatro tópicos falsos, sino que ha demostrado ser inmensamente fuerte, prudente y convencido». «Hemos deshecho el estereotipo del meninfotisme practicando el mejor patriotismo : el patriotismo de los valores, del civismo y de la responsabilidad», ha defendido.
Esta es una de las tres «fortalezas» de la sociedad valenciana que ha destacado en su discurso, junto con «unos servidores públicos en los hospitales, en los centros de salud, en las residencias, en los cuerpos de seguridad y en las aulas, que han arriesgado la vida por personas desconocidas, y que han enaltecido nuestro modelo social de bienestar» y con «un gran tejido de empresas, de cooperativas, de autónomos, de trabajadores y de trabajadoras plenamente comprometidos con la prosperidad».
El president ha subrayado que ahora se da paso a una «década de las oportunidades», en la que la respuesta solidaria de la Unión Europea «ha sido muy distinta» a la de la crisis financiera anterior y «nos da fuerza para una salida más rápida, vigorosa y transformadora».
Puig ha destacado los tres pactos alcanzados en la Comunitat Valenciana para hacer frente a la crisis –el social con patronal y sindicatos; la alianza institucional con Generalitat, diputaciones y ayuntamientos y el acuerdo político secundado por el 90% de Les Corts–, y un acuerdo que, como «agenda inmediata», tiene apuntados los retos de superación de la pandemia y reactivación económica.
«La prioridad, en estos meses tan difíciles que tenemos por delante, es salvar vidas, salvar empleos y salvar familias. Aun así, no queremos solo levantarnos. Queremos ponernos en pie y despegar.Y estamos ante una oportunidad histórica para conseguirlo», ha sostenido el president , que ha admitido que la realidad que «más preocupa», junto con la salud, es la creación de empleo pero, para ello, la Comunitat Valenciana recibirá de Europa «cinco veces más recursos -en solo 3 años-, que todos los fondos europeos percibidos en una década y media».
«Es una situación inédita», ha dicho Puig, que sostiene que debe traducirse en la creación de 90.000 puestos de trabajo en los próximos tres años en la Comunitat Valenciana, que sean empleos de calidad asociados al conocimiento, a la nueva industria, a la sostenibilidad de las nuevas energías y a la digitalización.
«NUEVO RENACIMIENTO VALENCIANO»
Por tanto, ha augurado que, a partir de mañana, «ponemos la primera piedra de nuestra transformación. A partir de mañana, damos el primer paso hacia un Nuevo Renacimiento valenciano».
Para Puig, 2021 es el «año de la esperanza» tanto por la llegada de la vacuna gracias a la ciencia como por la reactivación impulsada desde Europa y ha aludido al humanista Lluís Vives y a sus enseñanzas como ejemplo de lo que denomina «Vía valenciana» para salida de la crisis: «Que el más débil sea asistido por el más poderoso».
En este contexto, ha apelado a evitar el camino de la «crispación» y las «trincheras» que «desgraciadamente» se ven cada día, y a desplazar el «ruido estéril» porque «sobran muros y faltan puentes».
«Venimos de aprobar los presupuestos de 2021 para la Comunitat Valenciana, y lo hemos hecho con el mayor apoyo de la historia del autogobierno; también tenemos en España Presupuestos Generales del Estado por primera vez en tres años y finalmente, ha habido un acuerdo sobre el Brexit y será lo que queríamos: el menos Brexit posible. Ahora, lo que toca es trabajar. Que cada uno aporte lo mejor que tenga. Es el tiempo de la gestión, de la eficacia y del trellat «, ha expuesto.
FINANCIACIÓN Y DEBATE TERRITORIAL
El president ha hecho referencia en su discurso también a que este trellat o «sentido común» debe impregnar el debate territorial español, tanto en financiación como en hacer viable una «España de Españas».
En el primer caso, ha recalcado que 2021 debe ser el año de la financiación «justa» por «justicia con territorios como la Comunitat Valenciana, profundamente discriminada», y también para hacer viable «una España de Españas que suture heridas, promueva la reconciliación y genere complicidades».
A su juicio, se debe «salir ya del confinamiento mental de ese nacionalismo excluyente que aboca a la uniformidad o al independentismo» y ha defendido que España «no está rota» sino que es un «trencadís», un «mosaico de identidades y culturas que enriquecen, que aportan, que suman».
Puig ha terminado su discurso con un recuerdo a las mujeres víctimas de la violencia de género, a los mayores que viven en soledad, a los jóvenes emigrados, a los menores en riesgo de pobreza infantil y al «retroceso de la clase media y el surgimiento de trabajadores pobres que cada mañana se enfrentan a la precariedad laboral».
«Tenemos muchos retos por delante. Lo sabemos. Y lo asumimos. Lo que necesitamos es coraje y determinación», ha dicho, coraje «para evitar la parálisis» y «determinación para acertar el camino». Y aquí ha pedido un «plus de esfuerzo individual y colectivo», con el recuerdo de los dibujos de los niños en los balcones, de los aplausos en el confinamiento, la «manos esenciales» de quienes han aportado un trabajo vital y las «arrugadas de la experiencia que a tantas familias han ayudado». «Con esas manos saldremos adelante. El camino ya ha empezado», ha augurado.