Los diplomáticos rechazan que se rebaje a 15 años la antigüedad mínima para ser embajador
Mujeres diplomáticas piden un informe anual de género en el servicio exterior y que haya candidatas en todas las ternas para embajador
La Junta directiva de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), mayoritaria en la Carrera, se opone a la pretensión del Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación de rebajar a 15 años el mínimo de años de carrera para ser embajador, y pide que sean al menos 18 para las clasificadas como grupo III y 20 para todas las demás, según explica en un comunicado remitido a Europa Press.
Por su parte, la Asociación de Mujeres Diplomáticas Españolas (AMDE) quiere que entre los criterios de selección de jefes de misión se tenga en cuenta la presencia equilibrada de mujeres y hombres y que cuando se proponga una terna de candidatos a cada puesto todas ellas incluyan, si es posible, al menos una candidata mujer.
La AMDE también quiere que, cada año, antes del concurso de puestos en el exterior, se haga un informe sobre la situación de género en el servicio exterior y que éste se tenga en cuenta a la hora de valorar a los aspirantes para cada puesto.
«Los nombramientos tienen que estar basados en la trayectoria profesional de los funcionarios/as y en el principio de mérito y capacidad y publicidad. Pero también tienen que reflejar el sentir de la sociedad española», explican.
Exteriores ultima la aprobación de un nuevo Reglamento de la Carrera Diplomática y las distintas asociaciones han presentado sus aportaciones durante la fase de audiencia pública, que finalizó el 17 de diciembre.
El Reglamento clasificará las Embajadas de España en el extranjero en tres grupos, según la «importancia cuantitativa y cualitativa de las relaciones bilaterales». Para las más importantes (grupo I) será necesario un mínimo de 20 años de carrera y haber sido embajador anteriormente.
Sin embargo, para las del II ese mínimo de experiencia se rebaja a 18 años y no será necesario ser «ministro», la tercera categoría en una escala de cuatro, sino que bastará con tener categoría de «consejero», que es la inmediatamente anterior. Para las del grupo III bastarán con 15 años de carrera.
Los diplomáticos se oponen a esta regulación de los grupos II y III. Quieren que para las de grupo III sean necesarios 18 años de carrera y, para las del II, al menos 20 años y tener categoría de «ministro plenipotenciario de tercera clase». «Es necesario mantener los niveles de exigencia ante la pretensión de rebajar determinados requisitos», argumentan en su comunicado.
RECUPERAR LOS CURSOS DE ASCENSO
Por otro lado, rechazan que la antigüedad sea el criterio «casi exclusivo» para avanzar de categoría y proponen recuperar los cursos preceptivos de acceso a las categorías de «consejero» y «ministro plenipotenciario», junto al «examen riguroso de las hojas de servicio».
La ADE sí valora positivamente que se haya incluido un capítulo dedicado a la conciliación, un sistema de evaluación y el mantenimiento de la Junta de la Carrera como órgano consultivo en su formato y procedimientos actuales.
Lo relativo a la Junta es, precisamente, lo que ha hecho que los sindicatos –UGT, CCOO, CSIF y SISEX– hayan avanzado a Exteriores que recurrirán en Reglamento, porque consideran que deben tener acceso a los órganos competentes para decidir sobre ascensos, traslados y adjudicación de destinos.
Por su parte, las mujeres diplomáticas quieren que en la Junta se incluya, con voz pero sin voto, al director o directora de la Unidad de Igualdad, para velar por la aplicación efectiva de la legislación en materia de igualdad y conciliación.
Las diplomáticas también quieren que la Escuela Diplomática realice de actividades para dar a conocer la Carrera y el sistema de ingreso, en las universidades españolas, haciendo especial hincapié en promover la presencia de mujeres, y programas de formación en materia de género en toda la carrera.
En la AMDE están asociadas 136 de las 252 diplomáticas y otras 41 están en la plataforma que es el paso previo; pertenecer a ella no excluye que sus asociadas puedan formar parte también en la ADE, que reúne al 64 por ciento de la Carrera.
EL TÍTULO DE LOS EMBAJADORES JUBILADOS
Por otro lado, la Asociación de Diplomáticos se ha sumado a la reclamación de los embajadores jubilados para pedir que quede claro en el Reglamento que «el personal funcionario de la Carrera Diplomática ascendido a embajador conservará dicho título tras su jubilación».
Los diplomáticos ven «desafortunada» la actual redacción del texto, que establece que conservarán el título «con carácter honorífico» y que su «uso indebido podrá dar lugar a la exigencia de responsabilidad disciplinaria de conformidad con el régimen legal aplicable».
EDUCACIÓN GRATUITA Y DE CALIDAD
En materia de conciliación y vida profesional y familiar, quieren «mayor concreción» sobre «el efectivo derecho a una educación gratuita y de calidad de los hijos e hijas a cargo del personal funcionario de la Carrera Diplomática destinado en el exterior y su arraigo lingüístico, social y cultural con España».
Pide, asimismo, que quede claro el derecho de los diplomáticos destinados en el extranjero a que se les abonen los gastos de viaje vacacional de arraigo a España –de ellos y de sus familiares– con carácter anual.
También argumentan que no debería haber trato discriminatorio a la hora de acceder a puestos de trabajo en el exterior en favor de cónyuges funcionarios o empleados laborales de la Administración General del Estado y organismos dependientes, frente a aquellos cónyuges que no lo son. Además, creen que este tipo de apoyo debe abarcar a todos los funcionarios del Servicio Exterior.
En la redacción del texto, la Asociación de Mujeres Diplomáticas pide, por otra parte, que en el mismo preámbulo quede claro el papel que juegan, o deberían jugar, los preceptos de la Ley de Igualdad y que ésta se considera «principio informador» de la norma.
En su opinión, la referencia genérica no es suficiente ni aceptable, ni tampoco «coherente con la política exterior de carácter feminista que ha propuesto desde el Ministerio».