Los 27 negocian a partir de este martes las cuotas pesqueras de 2021, a la espera del desenlace del Brexit
BRUSELAS, 14
Los ministros de Pesca de la Unión Europea se reúnen en Bruselas para fijar a partir de este martes las posibilidades de pesca de la flota comunitaria para 2021 en el Atlántico y en el Mediterráneo, en unas negociaciones marcadas profundamente por las conversaciones entre Bruselas y Londres para intentar un acuerdo sobre su relación a partir del 1 de enero.
La delegación española estará encabezada por el ministro Luis Planas y la reunión comenzará este martes por la mañana, cuando los ministros tendrán un primer intercambio sobre los Totales Admisibles de Capturas (TAC) del año que viene. Después abordarán varios puntos sobre agricultura y las posibilidades de pesca no volverán a la mesa de los Veintisiete hasta el miércoles por la mañana.
Las negociaciones se prolongarán entonces durante todo el día y no se espera un acuerdo hasta la madrugada del jueves, como ha ocurrido otros años. En esta ocasión, además de pactar las posibilidades de pesca para el Atlántico y el Mar del Norte, los ministros de Pesca tienen también el reto de fijar las del Mar Mediterráneo y determinar las cuotas de aguas profundas.
A todo esto se suma el desafío que supone el hecho de que la UE y Reino Unido no hayan concluido un acuerdo sobre la relación comercial que mantendrán a partir del 1 de enero, lo que plantea importantes problemas a la flota comunitaria.
En un escenario sin acuerdo, los buques pesqueros europeos no podrán faenar en aguas británicas. Pero además, la UE tendrá que buscar soluciones son respecto al centenar stocks compartidos con Reino Unido. España tiene un especial interés en este ámbito con respecto, por ejemplo, a la merluza, el rape o el gallo de caladeros del norte.
Para evitar un vacío legal, y a la espera del desenlace en las conversaciones entre Bruselas y Londres, la Comisión Europea tiene previsto adoptar un régimen transitorio de tres meses para estas poblaciones compartidas en el que fijará unilateralmente las posibilidades de pesca de los Veintisiete en el mismo nivel establecido para 2020.
MERLUZA, LENGUADO Y CIGALA, LAS PRIORIDADES DE ESPAÑA
En cambio, sí que habrá negociaciones para aquellos stocks que son de gestión exclusiva de la UE y en este campo España llega a los debates con tres prioridades claras. Así, la delegación española peleará por suprimir el recorte del 13% planteado para la merluza capturada en aguas ibéricas.
Bruselas justifica este tajo por la aplicación del principio de precaución, pero fuentes diplomáticas consideran que existen «datos abundantísimos» que demuestran el buen estado de la biomasa de esta población y que permitirán mantener las 5.600 toneladas que pudieron capturar los buques españoles a lo largo de este año.
Por otro lado, España batallará para mantener la cuota del lenguado sur y la cigala del Golfo de Cádiz, para los que el Ejecutivo comunitario ha planteado recortes en las posibilidades de pesca del 20%. España asume, en cambio, que la pesca de cigala en el Cantábrico seguirá cerrada en 2021 y sólo se permitirán capturas para investigación científica.
La delegación de Luis Planas centrará sus esfuerzos en estos tres stocks , pero la propuesta de Bruselas también prevé reducciones en la pesca de rape y gallo de aguas ibéricas, con tajos del 13% y del 11%, respectivamente. El único incremento que recoge la propuesta del Ejecutivo comunitario es el del jurel capturado entre Finisterre y el Golfo de Cádiz, para el que propone aumentar un 5% las posibilidades de pesca.
Las restricciones por la pandmia de coronavirus impidieron que los ministros se pudieran reunir físicamente en octubre, lo que ha provocado que las negociaciones sobre las posibilidades de pesca en el Mediterráneo y las poblaciones de aguas profundas se trasladen también al encuentro de diciembre.
Con respecto al primer caso, España intentará aliviar el recorte del esfuerzo pesquero (días de actividad) que propone la Comisión Europea y que asciende al 15%. Se trata, a juicio de las mismas fuentes, de una reducción «desproporcionada» que se sumaría al esfuerzo acometido este año y que supondría un «desastre económico».
Finalmente, en relación con las negociaciones para aguas profundas, la delegación española tratará de «bajadas menos drásticas» para el besugo del Estrecho de Gibraltar y para el sable negro, que parten del tajo del 20% previsto por Bruselas.