CaixaBank defiende que la fusión garantizará miles de empleos que peligrarían en solitario

Los sindicatos piden «responsabilidad social» con la plantilla y una reestructuración «ejemplar» que minimice el impacto laboral

VALENCIA/BARCELONA, 3

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha reiterado este jueves su compromiso de «dejarse la piel» para alcanzar acuerdos con los sindicatos a la hora de acometer la reestructuración de la entidad bancaria tras su fusión con Bankia, una unión que ha defendido para «asegurar la sostenibilidad de miles de puestos de trabajo» que peligrarían si la entidad continuara en solitario.

«Si no hacemos cosas pondríamos en peligro la sostenibilidad de todos los puestos de trabajo», ha advertido durante la junta extraordinaria de accionistas de Caixabank -que ha dado luz verde a la fusión-, en respuesta a las críticas de diversos representantes sindicales en cuanto a la incertidumbre sobre el futuro de la plantilla.

Gortázar ha argumentado que para ser «fuertes» necesitan ser «eficientes» y que la fusión les da la fuerza para ser sostenibles».

En todo caso, el consejero delegado de Caixabank ha garantizado que no van a dejar «ni un resquicio» que imposibilite llegar a acuerdos con los representantes sindicales y ha asegurado que todos los trabajadores tendrán «las mismas oportunidades», procedan de la entidad que procedan, y que los criterios para determinar las salidas se basarán en la «meritocracia».

Así lo ha manifestado después de las intervenciones de diversos representantes sindicales que han pedido a CaixaBank «responsabilidad social» con la plantilla.

En este sentido, desde CCOO, Ruth Bolaños ha solicitado que la entidad garantice las condiciones laborales de los empleados y una integración «humana» que sirva de «modelo y ejemplo para otras entidades y empresas». «A día de hoy solo se ha hecho el reparto de sillas en el Consejo de Administración», ha criticado.

Asimismo Bolaños ha aprovechado para tener la mano al resto de fuerzas sindicales con el objetivo de «coordinar una posición conjunta» en los retos que habrá que afrontar en el proceso de fusión.

Desde UGT, Catalina Llibre ha expresado su preocupación por la situación en la que quedará la plantilla y ha exigido también que la integración de ambas entidades sea «ejemplar» y que se «minimice» la destrucción de empleo.

Además, la representante de UGT ha alertado que la fusión traerá consigo el cierre de oficinas y con ello «la exclusión financiera» en pequeños municipios.

Desde el Sindicato Independiente de Baleares, Josep Luis Llombart ha lamentado que se dé «más información a los medios de comunicación que a los representantes sindicales» sobre el proceso de la fusión.

Por su parte, desde la Federació d Estalvis de Catalunya, Francesc Sabater ha censurado que con esto «culminará la descatalinización» de la entidad financiera. «CaixaBank será más grande pero su alma más pequeña», ha sentenciado.

Desde la perspectiva de los consumidores y pequeños ahorradores, Alejandro Cutillas, de Adicae, ha reclamado información sobre si se modificarán las condiciones de los servicios contratados por los clientes, así como sobre el futuro de la Fundación La Caixa.

Precisamente, como cliente, Eduardo Mestres, ha lamentado que este es «un día triste» porque una entidad que en su momento se creó «para ayudar los pobres con el dinero de los ricos, a día de hoy es una entidad de explotación de pobres en beneficio de los ricos», ha dicho, al tiempo que ha espetado a «defender los intereses de los catalanes y los valencianos».

Ha intervenido también Jorge Miguel Terrasa, como representante de la Asociación de Profesionales de Bankia, quien ha querido desear la «mejor ventura» a la nueva entidad que surge de la fusión.

«INEVITABLE ESFUERZO CONTENCIÓN DE COSTES»

Ante estas intervenciones, el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha respondido que ha «echado en falta un diagnóstico sereno» sobre lo que le está sucediendo a la industria bancaria, un sector «con una presión enorme» en los últimos años, con tipos de interés en negativo, cuya perspectiva es «continuar en niveles bajísimos en los próximos 6 ó 7 años».

En este contexto, «es inevitable un esfuerzo de contención de costes», ha remarcado, al tiempo que ha querido resaltar que la retribuciones de los empleados de CaixaBank son buenas, y más si se tiene en cuenta el contexto de dificultades que se viven en momento.

MANTENIMIENTO DE OFICINAS EN MUNICIPIOS

Asimismo, el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha asegurado que la futura CaixaBank continuará en pequeños municipios e intentará «acompasar la digitalización».

En este sentido, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha garantizado que no abandonarán a los pequeños municipios y ha dado cifras: si en solitario CaixaBank tiene 3.900 oficinas repartidas en 2.000 municipio y en 190 de ellos son la única entidad, la fusión les permitirá llegar a 2.200 municipios y en 290 serán la única entidad.

En cuanto a las críticas por el «reparto de sillas» en el Consejo de Administración, Gortázar ha querido puntualizar que se trata de una «generosidad extrema» por parte de los consejeros, ya que una parte abandona la entidad. De este modo, en cuanto a las salidas «hemos empezado desde arriba», ha concluido.

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