Las ventas de Nextil caen un 38% por el Covid-19, pero registra un Ebitda positivo de 600.000 euros
La compañía aplica un ERTE para la planta de El Masnou (Barcelona) por su baja actividad en los últimos cuatro meses
Nextil, uno de los mayores grupos de la industria textil europea con marcas como Treiss, EFA, Ritex, SICI93, Playvest, Anna Llop o Dogi, cerró los nueve primeros meses del año con una caída de las ventas del 38%, hasta los 44,6 millones de euros, mientras que ha logrado mantener un Ebitda positivo de 600.000 euros a pesar de la caída de ventas por la paralización de la actividad comercial en algunos mercados clave, como Italia o Asia por la pandemia, según ha informado la firma en un comunicado.
En concreto, la compañía ha precisado que en general se han ralentizado los pedidos, tendencia que se mantendrá previsiblemente hasta comienzos del próximo año, mientras que los ingresos en el segmento del lujo se han mantenido en los niveles del ejercicio anterior.
El resultado neto de explotación (Ebit) registró un saldo negativo de 8,2 millones de euros hasta septiembre, debido a la caída de ventas por la pandemia y por el impacto de 3,6 millones de euros como resultado de los test de deterioro realizados en Treiss a causa de la estrategia orientada a la reducción progresiva de la actividad en el segmento fast-fashion y al foco en segmentos de mayor valor añadido.
Respecto a la deuda financiera neta de la compañía, se consolida la tendencia a la baja, por lo que a 30 de septiembre se situaba en 39,4 millones de euros, 7,2 millones por debajo de la cifra al cierre del ejercicio 2019.
Por unidades de negocio, las ventas de prenda cayeron un 37%, hasta los 25,4 millones de euros, fundamentalmente por los efectos de la pandemia y el abandono del sector fast-fashion . En el segmento del lujo, la cifra de negocio se situó en 23 millones de euros, en línea con los resultados de 2019.
Por su parte, la unidad de tejido se desplomó un 39,1%, hasta los 19,3 millones de euros. La planta de El Masnou (Barcelona) se ha mantenido con baja actividad durante los últimos cuatro meses, por lo que ha sido necesaria la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para ajustar la plantilla a la realidad actual del negocio.
Dentro de esta unidad destaca la buena evolución de EFA en Estados Unidos, que se ha enfocado al segmento medical, lo que ha permitido mantener la actividad a pesar del cierre de clientes clave.
La compañía prevé para el segundo semestre del año una leve recuperación, sobre todo en las grandes marcas de lencería y baño, que reanudan su actividad después de casi dos meses de cierre, por lo que la curva de recuperación está siendo positiva, fundamentalmente en Europa.