González Laya admite que habría querido más ambición en los PGE para la ayuda al desarrollo
La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha afirmado este lunes que habría querido dar «un primer paso más sustantivo» hacia el objetivo de alcanzar una ayuda oficial al desarrollo (AOD) del 0,5 por ciento de la Renta Nacional Bruta (RNB) en 2023.
Según las previsiones del Gobierno, en 2021 la AOD total neta ascenderá a 3.114,97 millones de euros y el esfuerzo público en el ámbito de la cooperación para el desarrollo se situará en el 0,25% de la RNB.
«Nos hubiera gustado que este primer paso fuera más sustantivo pero somos también conscientes de las dificultades por las que atraviesa el país y por eso damos una paso adelante modesto», ha afirmado en una comparecencia ante la Comisión de Cooperación Internacional al Desarrollo del Senado. Con todo, ha señalado que ese paso «permite mantener el objetivo de alcanzar el 0,5 por ciento» en 2023.
Para eso, ha recordado a los senadores que el Gobierno se ha propuesto reformar la Ley de Cooperación y toda la arquitectura institucional de la cooperación española para actualizarla.
Su objetivo es que las reformas legislativas estén aprobadas en 2021, que el año siguiente estén ya operativas y que en 2023, un sistema de Cooperación renovado y con mayor capacidad para ejecutar el gasto permita alcanzar el 0,5 por ciento de la Renta Nacional Bruta.
Antes de eso, ha avanzado que, antes de que finalice este año estará formulada una nueva «visión para la Cooperación Española» para orientar el futuro Plan Director que se elaborará en 2021.
González Laya ha señalado que la reforma de la Cooperación española debe incluir vías para garantizar la coherencia de las políticas con el desarrollo y la adecuada coordinación de todos los ministerios, administraciones y actores sociales, dándole a la AECID el marco que necesita, aprovechar el potencial de la FIIAPP y la Fundación Carolina, «dignificar» las condiciones de trabajo del personal laboral en el exterior y desarrollar la cooperación financiera.
La ministra, después de hacer un repaso de las acciones de la cooperación española para combatir la pandemia de Covid-19 fuera de las fronteras españolas, ha avanzado los que pretende que sean los rasgos de la Cooperación española en el futuro.
Ha hablado, en concreto, de poner el foco en las múltiples dimensiones de la pobreza, para promover una ciudadanía plena; de hacer una cooperación «feminista» y defensora de los derechos humanos, «generadora de entornos favorables para el desarrollo de la sociedad civil y las instituciones democráticas».
También, ha dicho, será una cooperación para la transición ecológica y la justicia climática global, la conservación y el uso sostenible de los ecosistemas y de la biodiversidad; una cooperación que impulsará que ciudades y territorios sean protagonistas.
Su objetivo es, también, que genere habilidades y oportunidades de emprendimiento y de desarrollo del tejido productivo local y que incluya todas las fuentes de financiación para el desarrollo sostenible y que esté comprometida con una acción humanitaria más estratégica, más eficaz y con mayores recursos presupuestarios para salvar vidas.