El Proceso de Barcelona cumple 25 años con un Mediterráneo con más conflictos y sin que se cierre la brecha norte-sur
Los 42 países declaran el 28 de noviembre como Día del Mediterráneo y ponen el foco en cooperar en clima, biodiversidad y juventud
Los 42 Gobiernos de la UE y del sur y el este del Mediterráneo han acordado este viernes dar un nuevo impulso a la asociación euromediterránea, coincidiendo con los 25 años de la Conferencia de Barcelona que lanzó este proceso y asumiendo que, pese a los progresos, no se ha logrado cerrar la brecha de desarrollo entre las dos orillas y la región mediterránea sufre hoy más conflictos que entonces.
«¿Podemos decir que el Mediterráneo está peor hoy que hace 25 años? En muchos aspectos me temo que sí», ha dicho el alto representante de la UE, Josep Borrell. La renta per cápita de la UE es 16 veces la de sus vecinos del sur. Además, estos siguen siendo una de las regiones económicamente menos integradas del mundo y apenas un 5 por ciento de su comercio se realiza entre vecinos.
«Los viejos conflictos no se han resuelto y los nuevos crean obstáculos adicionales para la cooperación en la región», ha añadido Borrell. No obstante, ha incidido en que en este foro no se han abordado los conflictos de la región, si bien algunos países los han mencionado.
Para el ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi, copresidente de turno de la UpM, las crisis nuevas como Siria y Libia «causan tremendo daño». Safadi, cuyo país acoge a 1,3 millones de sirios huidos de la guerra, ha incidido en que «los refugiados no pueden ser dos veces víctimas, primero de la guerra en sus países y luego del abandono».
Safadi ha avisado además de que sigue sin resolverse «la fuente de todos los conflictos», el problema israelo-palestino, para el que ha llamado a todas las partes a implicarse en la búsqueda de una solución sobre el principio de dos Estados, una vía para la cual «las oportunidades se van estrechando» a medida que Israel continúa con su política de asentamientos.
Junto a estos conflictos, la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, ha mencionado como retos el terrorismo y la violencia extrema, la grave crisis climática y la pérdida de biodiversidad y las desigualdades crecientes también dentro de los propios países.
Y ha explicado que los reunidos se han propuesto avanzar en dos direcciones: con un compromiso político decidido y con la puesta en marcha de proyectos en áreas concretas. En estos 25 años la UpM ha dedicado unos 5.000 millones de euros a 60 proyectos.
Ahora, se trata de poner el foco en la lucha conjunta contra el cambio climático, por la biodiversidad y por la economía azul basada en el mar y sus sostenibilidad; lucha «sin cuartel» contra las desigualdades impulsando sobre todo el empleo de los jóvenes, compromiso con la igualdad entre hombres y mujeres y una mayor integración económica, con la transición ecológica y la digital como nuevas palancas de competitividad.
BARCELONA, «CONSTRUCTORA DE DIÁLOGO»
González Laya ha subrayado la importancia de que el acto se haya celebrado en Barcelona, «como siempre constructora de diálogo», lo que deja claro el compromiso de España con la política euromediterránea.
«Queda mucho por hacer y no tenemos varitas mágicas», ha reconocido Borrell, que ha advertido de que las ayudas europeas no bastan para combatir los efectos de las brechas económica y demográfica.
Entre otras ideas, ha apostado por revisar la relación comercial, que sigue siendo muy deficitaria para el sur, y por acercar a la UE, posiblemente a estos países, determinadas industrias que se habían ido demasiado lejos y que la pandemia ha demostrado que son «estratégicas» para la UE.
Borrell también ha hecho un llamamiento a «no establecer una relación de causa-efecto» entre los problemas económicos del Mediterráneo el terrorismo, ya que algunos terroristas que han actuado en Europa eran europeos de nacimiento y otros eran extranjeros pero del Cáucaso y otros lugares.
En este ámbito, la ministra española ha apostado por un compromiso para aplicar las medidas y trabajar con las comunidades más vulnerables a la radicalización.
Por otro lado, según ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores español, los gobiernos han decidido declarar el 28 de noviembre «Día del Mediterráneo».
También ha señalado que la migración ha sido uno de los temas destacados de los debates y que González Laya ha destacado la «determinación de luchar contra los tráficos de personas» de todos los países, además del reconocimiento de los beneficios de lamigración y la movilidad «bien gestionadas».
La UpM tiene 42 miembros, los 27 de la UE y, además, Albania Argelia, Bosnia y Herzegovina, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Marruecos, Mauritania, Mónaco, Montenegro, Palestina, Túnez y Turquía –Siria está suspendida–.
REUNIÓN TELEMÁTICA POR LA PANDEMIA
El Gobierno tenía en mente inicialmente un acto presencial para conmemorar los 25 años del Proceso de Barcelona y relanzar la asociación de la UE con sus vecinos del sur.
Sin embargo, las restricciones sanitarias han llevado a celebrar la reunión de forma telemática y solo han estado en Barcelona la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya; el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell; el ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, cuyo país ejerce junto a la UE la copresidencia de turno de la UpM y el secretario general de esta alianza, Nasser Kamel.
El Rey Felipe VI ha intervenido en la sesión de inauguración de manera telemática desde su residencia –está guardando cuarentena preventiva tras tener contacto con un positivo por Covid el pasado domingo– y el presidente del Gobierno también ha participado a distancia, en la clausura.