Colombia informa de la detención de un colaborador del ELN por la última matanza en Cauca
La Fiscalía General de Colombia ha informado este lunes de la detención de un supuesto colaborador de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) por su participación en la masacre de cinco personas cometida el domingo en el municipio caucano de Argelia, en el suroeste del país.
En una operación conjunta llevada a cabo por funcionarios de la Fiscalía en colaboración con el Ejército y la Policía Nacional, se ha logrado detener a Reneider Juzpián, alias Brayan , quien habría facilitado a los autores materiales de los asesinatos la ubicación y la descripción de las víctimas.
La Fiscalía ha explicado que Juzpián estaría al cargo del cobro de las extorsiones que el ELN realiza en algunas localidades del departamento del Cauca y que los nombres de las víctimas «estaban en una lista que los cabecillas del ELN presuntamente elaboraron y suministraron a alias Brayan y a los sicarios que ejecutaron el crimen».
Por estos hechos, Juzpián, quien ha sido enviado a prisión como medida preventiva mientras continúan las investigaciones, ha sido imputado por varios delitos, entre ellos el de homicidio agravado y posesión ilegal de armas de fuego.
En el operativo, explica la Fiscalía a través de un comunicado, «fueron incautados elementos que tendrían relación con el homicidio, además de 300 millones de pesos colombianos en efectivo (unos 69.500 euros) y dos armas de fuego».
LAS ÚLTIMAS DOS MASACRES DEL FIN DE SEMANA
El pasado fin de semana al menos trece personas fueron asesinadas en dos puntos de la geografía colombiana. A estos cinco muertos, entre los que había un líder social, en la localidad de El Mango, en Cauca, se suman otras ocho víctimas mortales tras un ataque en el municipio Betania, departamento de Antioquia.
En cuanto a este último caso, el ministro de Defensa de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, ha vuelto a responsabilizar a las redes del narcotráfico de estar detrás de estas dos últimas masacres, así como de la ola de asesinatos colectivos que vienen sufriendo algunas de las localidades más rurales del oeste del país desde el pasado mes de agosto.
Tras la disolución de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016, el resto de grupos armados que operan en territorio colombiano se disputan la posesión de los cultivos ilícitos y las redes del narcotráfico dejadas por la desaparecida guerrilla.
En lo que va de año, más de 300 personas han sido asesinadas en 77 masacres ocurridas en Colombia, según los datos que maneja el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
Holmes ha aprovechado la ocasión para defender, a través de una rueda de prensa celebrada a través de videoconferencia, el controvertido uso del glifosato, un herbicida químico que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha relacionado con el cáncer, para la erradicación de los cultivos ilícitos.
«El enemigo de Colombia es el narcotráfico y no el glifosato», ha dicho el ministro de Defensa, quien ha insistido en la necesidad de retomar las operaciones de aspersión aérea de este químico, después de que en 2015 el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018) acatara una orden del Constitucional que prohibía su uso debido a los graves problemas de salud que podría provocar.
Holmes también ha comunicado que hasta el momento, en 2020, se ha logrado capturar a 4.200 personas relacionadas con los distintos grupos armados que operan en el país, entre ellos a paramilitares del Clan del Golfo, de Los Pelusos y de Los Caparros , a guerrilleros del ELN, o de las disidencias de la desaparecida FARC.