La CIDH condena el «uso excesivo de la fuerza» por la Policía en las manifestaciones en Guatemala
Los manifestantes protestas contra la corrupción, contra el presidente Giammattei y contra los presupuestos aprobados el pasado martes
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha denunciado el «uso excesivo de la fuerza» por parte de las fuerzas de seguridad en la noche del 21 de noviembre y ha pedido que se investigue lo ocurrido. Hay al menos 37 detenidos y 22 heridos.
«La CIDH condena el uso excesivo de la fuerza de las autoridades contra manifestantes la noche del #21Noviembre y pide que se investiguen los hechos vandálicos contra el Congreso, tras los cuales, agentes del Estado reprimieron de manera indiscriminada la protesta», ha publicado el organismo panamericano este domingo en un mensaje en su cuenta oficial en Twitter.
En la tarde del sábado y en medio de la multitudinaria movilización contra el presidente, Alejandro Giammattei, la corrupción y los presupuestos de 2021 aprobados el pasado martes, un grupo irrumpió en el Palacio Legislativo y hizo uso de varios artefactos incendiarios.
Sin embargo, los organizadores han señalado a posibles infiltrados como responsables de esta acción y han destacado que la movilización se desarrolló de forma pacífica. El hecho de que no interviniera la Policía y las grabaciones del momento, con individuos llevando carpetas al interior del Congreso, respaldan la versión del montaje para justificar la respuesta policial.
«Conforme a estándares interamericanos en materia de #Protesta y #DDHH, los Estados deben respetar la manifestación pacífica. Ante actos de violencia, deben individualizar las personas -manifestantes o terceros- que pongan en riesgo derechos o atenten contra bienes del Estado», ha añadido la CIDH.
Además, la CIDH recuerda que el uso de la fuerza «debe seguir los principios de legalidad, necesidad, razonabilidad y proporcionalidad, poniendo en el centro la protección de los derechos de todas las personas».
La violencia desatada ha provocado que incluso el vicepresidente guatemalteco, Guillermo Castillo, solicitara al Ministerio Público abrir investigación sobre los hechos. «Es urgente que el MP (Ministerio Público) abra investigación seria sobre lo ocurrido ayer. Son claros los hechos vandálicos y también el uso excesivo de fuerza policial. Genera dudas la quema del Congreso y lo sucedido a su alrededor. Reconozco la manifestación pacífica que en el parque tuvo lugar», ha publicado Castillo en su cuenta en Twitter.
La prensa presente en la multitudinaria manifestación en Ciudad de Guatemala ha informado de que los policías dispararon gases lacrimógenos directamente a la gente, en lugar de lanzarlos al suelo, como dictan los protocolos.
Desde la organización Periodistas Unidos han denunciado las «agresiones» sufridas por manifestantes y también por periodistas, como el fotoperiodista Carlos Sebastián, del que publica una imagen con la cara ensangrentada.
En particular señalan que hay datos que apuntan a que la quema del Congreso fue «todo fue un montaje» para «justificar sacar a la Policía a reprimir a los manifestantes del sábado 21 de noviembre al estilo de los años 80».
«El fuego parece empezar desde adentro, y luego mágicamente alguien lleva dos folder (carpetas) para archivo a los que están subidos y se los pasan. ¿Quien lleva folders para archivo a una manifestación? Todo estaba montado», ha publicado en Twitter la organización junto a un vídeo en el que se muestra cómo llevan las carpetas al interior del edificio.
Por su parte, el Hospital Roosevelt ha informado de que está atendiendo a dos pacientes, Santos Manuel Gonzalez y Kenneth Gamaliel, por lesiones en un ojo durante las protestas.
CONTRA LOS PRESUPUESTOS
Estas protestas se producen después de que el vicepresidente Castillo propusiera este viernes al presidente del país que ambos renuncien a sus cargos «por el bien del país» porque «las cosas no están bien» en el Gobierno.
Además pidió a Giammattei vetar los presupuestos de 2021 porque tienen «anomalías», por lo que debería ser devuelto al Congreso y ser modificado, ha explicado, apelando a «la eficiencia, transparencia y austeridad para no tener más endeudamiento» para esta modificación.
El Congreso de mayoría afín a Giammattei ha aprobado la semana pasada un presupuesto por 99.700 millones de quetzales (unos 10.800 millones de euros) con un aumento de cerca del 25 por ciento con respecto al ejercicio anterior.
La mayoría de fondos están dirigidos a la construcción de infraestructuras en concesiones al sector privado y no prevé aumentar las partidas de salud ni de educación, ni tampoco las destinadas a combatir la pobreza y la desnutrición infantil.
El 59,3 por ciento de los casi 17 millones de habitantes de Guatemala vive en la pobreza y la desnutrición infantil afecta a casi el 50 por ciento de los niños menores de cinco años.