Guindos (BCE) espera un crecimiento cero o incluso negativo en el cuarto trimestre
Anticipa un aumento de los préstamos dudosos en el primer semestre de 2021
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, prevé que el crecimiento del PIB de la eurozona en el cuarto trimestre de 2020 no cumplirá los pronósticos de la institución y rondará el estancamiento o incluso una contracción, después de haber superado las expectativas con el rebote registrado entre julio y septiembre.
«Mi opinión personal es que en el cuarto trimestre no se cumplirán nuestras previsiones de septiembre y el crecimiento será próximo a cero o incluso negativo», ha señalado Guindos durante su intervención en un foro organizado por The European House-Ambrosetti. «Buenas noticias en el tercer trimestre y noticias peores en el cuarto», ha resumido.
En este sentido, el exministro español de Economía ha emplazado a la próxima reunión del BCE en diciembre, cuando la institución dará a conocer las nuevas proyecciones macroeconómicas de la entidad, aunque ha apuntado que no espera que difieran mucho de las publicadas hace unas semanas por la Comisión Europea.
En cuanto a la situación de los mercados financieros, el vicepresidente del BCE ha destacado la intervención de los bancos centrales en la primera oleada de la pandemia, cuando actores no bancarios como los fondos de inversión sufrieron importantes tensiones de liquidez. «La rápida intervención de los bancos centrales evitó un accidente grave», ha afirmado.
Por otro lado, el banquero central ha insistido en los problemas de baja rentabilidad de que adolecen los bancos de la eurozona, lo que tiene consecuencias a la hora de levantar capital en los mercados y a la hora de generar capital orgánicamente, y puede llevar a que las entidades no provisionen lo suficiente.
«Esperamos que los NPL (préstamos dudosos) en la primera mitad del próximo año comiencen a subir por el impacto de la pandemia», ha advertido Guindos, para quien es extremadamente importante que el nivel de provisiones sea el adecuado para que no haya riesgo de que se pueda poner en cuestión la posición de los bancos europeos.