Expertos apuntan que la coordinación es «el talón de Aquiles» en la atención de la insuficiencia cardíaca
Expertos en Medicina Interna, Cardiología y Atención Primaria han resaltado que la coordinación es el «talón de Aquiles» de la atención sanitaria en los pacientes con insuficiencia cardíaca, que afecta en torno al 2 por ciento de la población mayor de 45 años, es decir, a unas 500.000 personas en España, y al diez por ciento de los ciudadanos mayores de 75 años.
Además, uno de sus principales problemas es que es «la primera causa de ingreso hospitalario en todos los países de nuestro entorno en mayores de 65 años» y que de los 120.000 ingresos al año que provoca, «al menos el 15 por ciento vuelve a ingresar en los 30 días siguientes al alta», según ha resaltado el jefe de servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, José Ramón González Juanatey, durante el encuentro digital Insuficiencia cardíaca en el horizonte 2025: cómo abordar uno de los principales retos sanitarios en España , organizado por Europa Press, en colaboración con Novartis.
«La coordinación es el auténtico talón de Aquiles de la insuficiencia cardíaca, no es tanto la hospitalización, porque estamos preparados para atender a estos pacientes. Estamos desconectados entre niveles asistenciales en una patología en la que tiene que haber una conexión eficaz para estar cerca del enfermo. La forma de tenerlos cerca es un radar asistencial, en el ámbito ambulatorio especialmente», ha argumentado.
El experto ha alertado de que se trata de una patología «relativamente descoordinada» y sobre la que «existe cierto desconocimiento entre la población». «Su alta prevalencia hace que ningún nivel asistencial pueda erigirse como el solucionador del problema. Cuando hay muchos pacientes afectados, como en esta enfermedad, necesitamos una visión global, fundamentalmente ambulatoria y más focalizada en la Enfermería Comunitaria», ha apuntado.
Según González Juanatey, expresidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), «uno de los principales avances» que se podrían lograr en el abordaje de la enfermedad es que hubiera «enfermeras que fueran de alguna forma el núcleo central de una red» de atención a los pacientes con insuficiencia cardíaca. En este sentido, considera que los especialistas de Atención Primaria y estos enfermeros comunitarios pueden prevenir las descompensaciones en este tipo de pacientes. «Tenemos que contratar a enfermería especializada en atención cardíaca responsable de acompañar a todos los pacientes con esta patología en el curso de la enfermedad», ha agregado al respecto.
«Claramente, el principal problema es la coordinación y hay que aprovechar la hospitalización del paciente para optimizar el tratamiento y proporcionarle educación sanitaria antes de darle de alta», ha coincidido el director de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Álvaro González Franco, quien ha señalado que «una de las dificultades» es que el sistema sanitario está organizado de manera distinta en cada una de las 17 comunidades autónomas, y no solo eso, también incluso por zonas.
ACTUACIONES CONTRA LA INSUFICIENCIA CARDÍACA
El especialista ha avanzado un recurso que posiblemente ayudaría a limitar el impacto de esta descoordinación. «Las nuevas tecnologías nos pueden dar un punto a favor. La telemedicina puede ayudarnos muchísimo para reducir esas hospitalizaciones», ha señalado, quien ha relatado varios puntos importantes para prevenir estos ingresos, como, en primer lugar, asegurar que el paciente vuelve a casa tras un ingreso por descompensación «de la mejor manera posible y segura».
«Para esto tenemos que coordinarnos con la Atención Primaria. Es importante que haya un proceso integral. La enfermería creo que tiene un papel muy importante. Necesitamos coordinar muy bien ese período después de la hospitalización», ha esgrimido, añadiendo la posibilidad de aprovechar esa estancia hospitalaria para «educar al paciente y a sus cuidadores de qué aspectos sobre la enfermedad tienen que vigilar y cómo detectar cuando se descompensan».
La presidenta de la asociación de pacientes Cardioalianza, Maite San Saturnino, ha reconocido que, desde el punto de vista de los pacientes, «evidentemente hay falta de coordinación» en la atención de su enfermedad. «La figura de enfermería es muy importante y para prevenir está la Atención Primaria, que es donde el paciente acude. Sí que hay una descoordinación y hay que intentar no llegar al hospital», ha añadido.
Desde la Atención Primaria, María Isabel Egocheaga Cabello, médico de Familia en el Centro Sanitario de Isla de Oza de Madrid, ha explicado que su responsabilidad es «sospechar que el paciente tiene insuficiencia cardíaca y también fomentar que no la desarrolle». «Tenemos que intervenir sobre los estilos de vida y los factores de riesgo para que no desarrolle la patología. Hay que evitar que entre al hospital por Urgencias, llegando a tiempo antes de que haya una descompensación», ha detallado.
La experta ha recordado que distintas CCAA tienen planes integrales de atención a insuficiencia cardíaca. «Lo que pasa es que hay que desarrollarlos. Hay que utilizar la consulta telemática, la historia digital compartida, la carpeta de salud del paciente… tenemos muchas cosas diseñadas pero hay que ir desarrollándolas aún. Esta época de pandemia ha hecho que notemos aún más la necesidad de utilizar los medios digitales para avanzar en el seguimiento de los pacientes crónicos», ha sostenido, en línea con la opinión del doctor González Franco.
La directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio, ha recordado que se está trabajando en la Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (SNS), cuyo borrador se entregó en julio a las comunidades autónomas. «Es un eje fundamental para el abordaje integral de las enfermedades cardiovasculares. Abarca diferentes aspectos, haciendo especial hincapié en los factores de riesgo, promocionando estilos de vida saludable para evitar que sigan aumentando los casos», ha reseñado.
LA IMPORTANCIA DE LOS FACTORES DE RIESGO, COMO EL COLESTEROL
Maite San Saturnino ha expuesto los datos de una encuesta realizada por parte de Cardioalianza a 400 pacientes con insuficiencia cardíaca. Según los resultados, el 30 por ciento necesita ayuda para realizar actividades fuera del hogar, el 70 por ciento sufre dolor de malestar general, el 52 por ciento tiene depresión o ansiedad y el 62,5 por ciento viaja menos o ha modificado sus pautas de viaje.
La representante de los pacientes ha destacado la importancia de la educación de los pacientes en el manejo de su enfermedad y en los factores de estilo de vida que pueden modificar para un mejor control de la patología. En este sentido, Egocheaga Cabello ha explicado que los servicios de Atención Primaria han incluido la detección precoz de la insuficiencia cardíaca y no solo eso, sino que han «ido más allá» con la prevención a través de la modificación de estilos de vida. «Hay que incidir en los cribados de hipertensión alta, diabetes o colesterol para decidir si un paciente debe recibir tratamiento farmacológico y evitar complicaciones», ha manifestado.
La especialista ha reiterado que los factores de riesgo, como el control del colesterol, son realmente importantes para prevenir que «haya una progresión de la enfermedad». «Hay que actuar desde las bases, con un consumo adecuado de sal, ejercicio físico evitando sedentarismo…», ha enumerado.
La responsable de Relaciones Institucionales del Grupo Novartis, Marta Moreno, ha compartido esta opinión: «La hipercolesterolemia es un factor de riesgo clave a que tener en cuenta en el tratamiento multidisciplinar del paciente con patología cardiovascular. Es clave luchar contra las enfermedades cardiovasculares para contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario».