Los españoles sufrieron la tercera mayor caída de la renta disponible de toda la OCDE entre abril y junio
España registró en el segundo trimestre de 2020 un descenso del 7,46% de los ingresos disponibles por cabeza en comparación con los tres meses anteriores, lo que supone la tercera caída trimestral más profunda entre los los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) cuyos datos se han publicado, solo superada por el retroceso del 10,36% en Chile y del 8,9% en Suecia.
En promedio, los países que forman parte del club de las economías más avanzadas experimentaron un incremento del 5,25% de la renta disponible por cabeza sobre los tres primeros meses de 2020, cuando se había estancado, a pesar de que el PIB de la OCDE sufrió una contracción del 10,6% entre abril y junio, después de una caída del 2% entre enero y marzo.
En este sentido, la OCDE destaca el efecto de las diferentes medidas de apoyo introducidas por los gobiernos para amortiguar el impacto de la recesión provocada por la pandemia y las restricciones implementadas, lo que permitió «en la mayoría de países de la OCDE» que la evolución de los ingresos disponibles fuera mejor que la del PIB.
De hecho, en países como Canadá y Estados Unidos se registró un fuerte crecimiento de la renta disponible de los hogares del 11,04% y del 10,1%, respectivamente, como consecuencia de las transferencias monetarias a los hogares en el marco de la respuesta a la crisis, mientras que también se apreciaron aumentos, aunque menos importantes, en Irlanda (+3,57%), Australia (+2,68%) y Finlandia (+1,1%).
Aparte de Chile (-10,36%), Suecia (-8,9%) y España (-7,46%), las mayores caídas de la renta de los hogares en el segundo trimestre se registró en Italia (-7,16%) y Eslovenia (-6,89%).
Los ingresos reales disponibles por habitante representan el conjunto de ingresos recibidos, una vez descontados impuestos y contribuciones sociales e incluyendo prestaciones sociales monetarias como el cobro del paro. El dato revela la cantidad máxima que una persona puede destinar a consumir sin reducir su riqueza neta.