El presidente de la Fundación de Víctimas evita valorar el acercamiento de etarras por las divergencias del colectivo
Ve con «profunda tristeza» el resultado electoral de EH Bildu y cree que en el País Vasco aún no hay libertad frente a los «matones»
El nuevo presidente de la Fundación de Víctimas, Tomás Caballero, ha defendido que no valorará el acercamiento de presos de ETA que aplica el Gobierno de Pedro Sánchez dentro de su política penitenciaria «por respeto» a la pluralidad de opiniones que existe dentro del colectivo de víctimas. Además, ha señalado que ve con «profunda tristeza» el resultado electoral de EH Bildu y cree que en el País Vasco aún no hay libertad frente a los «matones que han amedrentado a la sociedad».
«Tengo mi opinión al respecto, pero mientras sea presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo no quiero compartirla públicamente, no tanto por evitar el encuadre político que los medios hagan de mi postura, sino por respeto a las víctimas que no opinen como yo», ha sostenido sobre el acercamiento de presos de ETA Tomás Caballero, hijo del portavoz de UPN asesinado por ETA en 1998 y desde julio presidente de la Fundación, en sustitución de Marimar Blanco.
La respuesta la ofrece Caballero en una entrevista en la revista de la Fundación de Víctimas, recogida por Europa Press, en la que defiende la necesidad de no ofrecer su opinión al ser preguntado por el acercamiento de presos de ETA, una cuestión de actualidad en la que, se advierte, no hay unanimidad dentro de un colectivo plural como el de las víctimas del terrorismo.
Tomás Caballero, de cuyo nombramiento informó en julio el Ministerio del Interior, aborda el resultado que ha tenido EH Bildu en las últimas elecciones al Parlamento Vasco, algo que más que con preocupación ve con «tristeza profunda». «Es la evidencia clara de la eliminación de la libertad, en Euskadi y parte de Navarra, por parte de quien ha ejecutado a sus contrarios», ha señalado.
«Esto lo entienden hasta los niños. Se ha usado mucho la palabra paz, pero yo reivindico y añoro, para todos, la palabra libertad. Convencer en lugar de imponer», continúa Tomás Caballero, para quien «es obvio que los procesos electorales en el País Vasco tardarán en alcanzar el mínimo marco de libertad para que cualquier ciudadano se presente sin miedos ni heroísmos frente a los matones que han amedrentado a dicha sociedad».
«RECIBIMIENTOS COBARDES» A PRESOS DE ETA
En la entrevista se abordan otras cuestiones como el homenaje a los presos de ETA tras salir de la cárcel para defender que «quiere pensar que las autoridades no son negligentes y actúan conforme a la legislación vigente». «Yo como víctima sufro los recibimientos por la parte más cobarde de los mismos», sostiene Caballero antes de apostillar: «Una vez más, esa sociedad podrida y amargada que aliente y apoya tanta cobardía y falsedad por la causa de un pueblo que mayoritariamente los rechaza».
Sobre Herenegun! , el programa educativo del Gobierno Vasco, Tomás Caballero valora que se han hecho aportaciones de distintos colectivos para «mejorar» la idea inicial, trasladando «un relato riguroso y cierto a los jóvenes».
«No contar la verdad es posibilitar la justificación, y eso sería una gran irresponsabilidad que solo amparan los que han tenido algún grado de responsabilidad en lo sucedido», ha enfatizado antes de sostener que «las víctimas son el dolor de conciencia en la sociedad vasca, por haber sido testigos directos de lo que estaba sucediendo».
Tomás Caballero, pamplonés de 55 años afiliado a varias asociaciones, entre ellas la mayoritaria AVT, y que ya era vicepresidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, asegura que afronta con «mucho honor» el cargo que compagina con su trabajo para el sector privado. En este sentido, defiende la gestión de su antecesora, Marimar Blanco, para «unir a todas las víctimas en valores y fines como Memoria, Dignidad, Justicia y Verdad».
También ha expresado su plena confianza en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tanto para investigar los crímenes de ETA aún sin condena como para hacer frente al terrorismo de corte yihadista.