El partido de Puigdemont inicia este sábado su congreso fundacional sin acuerdo con el PDeCAT

JxCat arranca con un acto telemático su proceso de constitución que finalizará el 3 de octubre

BARCELONA, 24

El nuevo partido que ha impulsado el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont bajo la marca de JxCat iniciará este sábado su congreso fundacional sin haber alcanzado por el momento un acuerdo con el PDeCAT sobre cómo reordenar el espacio.

JxCat dará el pistoletazo de salida a su congreso este sábado a las 12.00 horas con un acto telemático en el que participarán el propio Puigdemont, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el expresidente de la ANC Jordi Sànchez y los exconsellers de la formación que están en prisión o en Bruselas, así como otros miembros del grupo impulsor del partido y representantes institucionales.

El mismo día a partir de las 15.00 horas y hasta el domingo a la misma hora se realizará la primera votación de este congreso: los militantes que se hayan incorporado al partido antes de ese sábado a las 14.00 horas podrán votar a través de la página web para ratificar la propuesta de miembros de la Mesa que pilotarán el congreso, su reglamento, los miembros de las comisiones que redactarán las ponencias, la propuesta de estructura del partido y los estatutos.

El grupo impulsor del partido, encabezado por Puigdemont y Jordi Sànchez, ya ha propuesto los nombres que deberían formar parte de la Mesa del congreso, entre los que destaca el exconseller Lluís Puig como presidente del órgano, y de las comisiones que elaborarán la ponencia política y estratégica –Sànchez, Toni Comín, Josep Rull, Elsa Artadi y Marta Madrenas, entre otros–, y la organizativa –Damià Calvet, Gemma Geis y Toni Morral, entre otros–.

Tras este primer fin de semana, el congreso se alargará hasta el 3 de octubre y tendrá como momentos clave la elección de la dirección del partido en una votación telemática entre el 7 y el 9 de agosto, y la aprobación de las ponencias el 3 de octubre.

PUGNA CON EL PDECAT

JxCat comenzará este proceso fundacional con la incógnita de cómo finalizará la pugna por la reordenación del espacio postconvergente que mantienen los partidarios de Puigdemont con la parte de la dirección del PDeCAT que es crítica con el expresidente.

La voluntad de los impulsores de JxCat es sumar a personas a título individual y no siglas ni que haya cuotas por organizaciones, lo que sus detractores entienden que acabaría conllevando la disolución del PDeCAT cuando lo que quieren es una coalición manteniendo las estructuras del partido presidido por David Bonvehí.

Este mismo viernes, Bonvehí ha afirmado en una carta dirigida a los asociados que la voluntad de su formación de transitar hacia JxCat no ha sido posible: «El nuevo instrumento que se constituye mañana ha hecho un llamamiento a sumar personas a título individual y en cambio no garantiza que el PDeCAT y lo que representamos esté», ha lamentado, aunque ha asegurado que están aportando propuestas para lograr un acuerdo.

Uno de los puntos conflictivos es la doble militancia, ya que hay dirigentes y asociados del PDeCAT que se están afiliando a JxCat, pese a que los estatutos del PDeCAT no permiten esta posibilidad, mientras que el partido de Puigdemont no decidirá este extremo hasta el 3 de octubre, cuando se aprueben sus ponencias.

Después del acto de este sábado, la siguiente fecha clave será el jueves 30 de julio, cuando el PDeCAT celebra un Consell Nacional para decidir el futuro de la formación.

CONTROL DE LA MARCA

Pase lo que pase en ese cónclave del partido de Bonvehí, Puigdemont llega al inicio del congreso habiendo superado uno de los escollos principales que tenía para afianzar su proyecto: el control de la marca de JxCat, que pertenecía al PDeCAT y que proporciona los derechos electorales de cara a futuros comicios.

Hace dos semanas logró arrebatar la marca después de que el registro de partidos del Ministerio del Interior aceptara un cambio para que aparezca como presidente de la formación el alcalde de Balenyà (Barcelona), Carles Valls, afín a Puigdemont, pese a que el PDeCAT asegura que había un acuerdo entre Bonvehí y Sànchez para no utilizar las siglas de JxCat en caso de ruptura.