Jalisco Nueva Generación: el cártel que amenaza con dominar el futuro del narcotráfico latinoamericano
A pesar de su relativa juventud, el Cártel Jalisco Nueva Generación(el CNJG) es considerado como uno de los cárteles más poderosos y violentos de México. Sus activos rebasan los 20.000 millones de dólares y su arsenal tiene tal envergadura que ahora desafía abiertamente la capacidad militar del Gobierno mexicano.
El Consorcio Internacional para el Estudio del Terrorismo y su Respuesta Operativa (START, por sus siglas en inglés), no se anda con rodeos: el CJNG es el «epítome de una organización criminal internacional moderna», capacitada para convertirse en uno de los mayores grupos criminales del mundo «por su brutalidad y violencia, exhibiciones espectaculares de fuerza, conocimiento de las redes sociales, tácticas cuasi militares y estrategias eficaces de narcotráfico».
La emergencia de este cártel, avisan, no solo tiene considerables implicaciones de seguridad dentro de México, «sino que ofrece un desafío de seguridad significativo para la región y el mundo».
El grupo surgió del colapso y la fragmentación del Cartel del Milenio (Sinaloa) y evolucionó rápidamente desde su primera aparición en 2009 cuando los cuerpos mutilados de tres hombres fueron encontrados dentro de una camioneta en Cancún, Quintana Roo.
Dos años después, el cártel se presentó oficialmente con un baño de sangre: los cuerpos de 35 presuntos miembros del cártel de Los Zetas en Boca del Río, Veracruz (la llamada la Masacre de Veracruz) acompañados de un mensaje en el que anunciaban su llegada e intención de «limpiar el estado» y restaurar la ley.
Hoy, el grupo opera en 23 de los 32 estados de México, aunque tiene aliados en todos los estados y continúa siendo dirigido por el fundador Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho , el fugitivo más buscado de la agencia antidroga de EEUU, la DEA, que ofrecen la máxima recompensa posible, 10 millones de dólares, por información que conduzca a su arresto.
EXPANSIÓN
Ahora mismo, el cártel compite por el control de Ciudad Juárez y Tijuana, dos puntos clave de entrada de contrabando a EEUU. Ha luchado y derrotado en gran medida a las facciones de Los Zetas y del Cártel del Golfo en el centro de México, donde grandes franjas de territorio de producción y rutas clave de tráfico se cruzan en Jalisco, Guanajuato y Michoacán.
También se han expandido al suroeste, en Quintana Roo y Chiapas, estados que alguna vez estuvieron libres de la presencia del cártel pero que ahora son territorios por excelencia en los flujos de narcóticos del resto de América Latina.
Pero sus ambiciones no acaban ahí, START advierte de que el cártel jalisqueño «está bien situado para desplazar a los carteles colombianos como proveedores principales de cocaína y está en posición de interrumpir y apropiarse de las cadenas de suministro de metanfetamina, heroína, fentanilo y marihuana».
Todo ello, merced a «novedosas tácticas de cooperación entre grupos, ejercicios de violencia y diversificación de la actividad criminal, que se suman a toda una gama de «materias primas, mano de obra, experiencia en estrategia de organización criminal para fusionar las fortalezas de varios carteles pasados».