Más del 95% de los pacientes tratados en la CUN conservan la extremidad tras un cáncer de huesos
PAMPLONA, 13
La Clínica Universidad de Navarra (CUN) se ha convertido en un centro de referencia internacional en el tratamiento del osteosarcoma gracias a la técnica quirúrgica del Dr. Cañadell, primer director de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica. Una cirugía que, combinada con la quimioterapia intraarterial, permite la salvación de la extremidad de más del 95% de los pacientes.
«En la Clínica, hemos visto en los últimos 40 años aproximadamente unos 2.000 sarcomas óseos. Con esta combinación de quimioterapia intraarterial y cirugía, la mayoría de pacientes, más del 95%, han conseguido conservar la extremidad», explica el Dr. Mikel San Julián, especialista del Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica y responsable del Área de Tumores Musculoesqueléticos.
El osteosarcoma es un tumor maligno propio de niños y adolescentes, que se caracteriza por la formación incontrolada de hueso por parte de las células malignas. Pese a ser un tumor de baja incidencia, es fundamental obtener un diagnóstico temprano. «Cuanto antes se detecte, las posibilidades de supervivencia son mayores.», apunta.
Actualmente, en la Clínica, la supervivencia en los sarcomas óseos es superior al 75% a más de 15 años y la conservación de la extremidad es superior al 95%, destaca en una nota el centro médico.
Alguna técnica quirúrgica para este tumor, como la epifisiolisis previa a la resección, fue ideada en la Clínica en los años 80. Esta técnica quirúrgica consiste en colocar un fijador externo unos días antes de la intervención para conseguir fracturar el hueso a través del cartílago de crecimiento. «De esta forma, se preserva la articulación y gran parte de ese cartílago de crecimiento. Después de puede reconstruir la zona del tumor que se ha extirpado», detalla el Dr. José Lamo de Espinosa, especialista del Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica.
La combinación de ambos procedimientos ha permitido también mejorar el pronóstico de la enfermedad. Los tumores musculoesqueléticos eran enfermedades que precisaban cirugías muy radicales con índices de curación en torno a un 30%, sin embargo, ahora se sitúa cerca del 80%.