Turquía tilda de «desafortunada» la reducción de los pasos fronterizos para la entrega de ayuda humanitaria
El Gobierno de Turquía ha descrito como «desafortunado» que la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para entregar ayuda a Siria a través de la frontera común haya limitado a uno el número de puntos de paso.
El Ministerio de Exteriores turco ha aplaudido la aprobación de la resolución, que permitirá la entrega de ayuda a través del paso de Cilvegozu/Bab al Haua durante doce meses, y ha resaltado que este mecanismo «juega un papel vital en la entrega de ayuda humanitaria de urgencia a cerca de 2,8 millones de personas en el noroeste de Siria».
Así, ha manifestado a través de un comunicado publicado en su página web que es «importante» que haya sido «mantenido», si bien ha dicho que es «desafortunado» que el número de cruces haya sido limitado y que se haya excluido de la lista el de Oncupinar/Bab al Salam.
«La exclusión de este paso fronterizo del mecanismo de la ONU hará más difícil el acceso humanitario a 1,3 millones de civiles que viven en el área de Alepo, lo que aumentará la responsabilidad que Turquía ha estado soportando», ha argüido.
El Ministerio ha asegurado que «Turquía continuará sus esfuerzos para garantizar que las actividades humanitarias internacionales hacia Siria continúan sin interrupciones» y ha añadido que «actuará en coordinación y cooperación con todos los actores, especialmente con la ONU y sus agencias, para hacer frente a los desafíos adicionales que las alteraciones del mecanismo puedan crear».
La resolución, aprobada el sábado, contempla la entrega de ayuda a través de un solo paso fronterizo durante un año más, en línea con la propuesta que había planteado Rusia. El proyecto anterior preveía la entrada de ayuda por dos pasos fronterizos durante seis meses más, si bien fue bloqueado por Moscú y Pekín.
En respuesta, un colectivo de ONG sirias e internacionales encabezadas por el Consejo Noruego de Refugiados (NRC) denunciaron domingo que la resolución es, en realidad, un varapalo a los canales de ayuda a la población que se encuentra en el noroeste de Siria, única zona bajo control rebelde en el país árabe.
