Sánchez planea un encuentro con Merkel la semana próxima para negociar el fondo de recuperación
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, planea un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, la semana próxima con el fin de preparar la negociación que los socios europeos afrontarán en una cumbre los próximos 17 y 18 de julio, en la que intentarán concretar el fondo de reconstrucción que la Comisión Europea ha propuesto dotar con 750.000 millones de euros.
La cita con Merkel aún no se ha cerrado y en su concreción trabajan ya los equipos de los dos jefes de Gobierno, ha informado la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Sánchez prevé también la semana próxima viajar a Suecia y a Países Bajos para entrevistarse con sus respectivos colegas, el socialdemócrata Stefan Löfven y el liberal Mark Rutte, representantes de los denominados países frugales, los más reticentes al plan de estímulo presentado por la Comisión que debería, en su opinión, estar conformado por más préstamos que subvenciones en la medida de lo posible.
Para intentar convencerles, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se dispone a presentar al grupo de los cuatro frugales (Suecia, Países Bajos, Dinamarca y Austria), así como a Finlandia, una nueva propuesta para intentar salvar el fondo de recuperación a cambio de recortar la propuesta de la Comisión para el presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027.
A falta de conocer los detalles, programas como la PAC o la Política de Cohesión –que ya incluían recortes en la propuesta de Bruselas– serán los perjudicados porque juntos representan aproximadamente dos tercios de las cuentas europeas. España ya se ha manifestado en contra a recortar estas dos políticas.
Sánchez ya retomó esta semana los contactos presenciales con sus socios europeos de cara a preparar la cumbre de la semana próxima. Así, el lunes viajó a Lisboa para reunirse con el primer ministro portugués, António Costa, y el miércoles recibirá en Madrid a su colega italiano, Giuseppe Conte.
ACUERDO EN JULIO
Para Sánchez es clave alcanzar un acuerdo este mes de julio sobre el fondo de recuperación lo más cercano posible a la propuesta de la Comisión Europea, una propuesta en cuyos primeros pasos ya se implicó a fondo el Ejecutivo español. Bruselas propone un fondo de 750.000 millones de euros, de los cuales 500.000 serían transferencias y el resto préstamos.
España, al ser el segundo país más afectado por la pandemia detrás de Italia, sería también el segundo más beneficiado por los fondos, con unos 140.000, de los que 77.000 serían transferencias y el resto préstamos.
El Gobierno español quiere un acuerdo cuanto antes para poder tener en cuenta los fondos a la ahora de elaborar los Presupuestos Generales del Estado para 2021. Parte del dinero del fondo se transferirá directamente a los presupuestos nacionales mientras que otra parte servirá para financiar proyectos concretos.
Ahora, los ejes de las discusión son varios: el tamaño global del fondo, la proporción entre transferencias y préstamos, los criterios de reparto entre países, el plazo de ejecución de los fondos y la condicionalidad.
CONDICIONALIDAD
El Gobierno de Sánchez acepta que la liberación de esos fondos a los países se vincule con la puesta en marcha de reformas estructurales en las naciones beneficiarias tales como el impulso de una economía más digital y sostenible medioambientalmente, pero se resiste a condicionarlos al cumplimiento de unos objetivos concretos de reducción del déficit, explican fuentes gubernamentales.
Defiende también que el periodo de ejecución de los fondos sea de cuatro años –los más reacios al fondo quieren limitarlo a dos– y no ve razonable que los planes de reformas tengan que recibir el visto bueno unánime del Consejo, como quiere, por ejemplo, Países Bajos.
El argumento del Gobierno español es que no se trata de solidaridad, sino de garantizar que el mercado interior europeo sigue funcionando, y más teniendo en cuenta que la crisis no está vinculada a la gestión económica de uno u otro país, sino que está provocada por un shock externo.