La AVT denuncia que Marlaska «deroga de facto la política de dispersión» tras el traslado al País Vasco de tres etarras

Se queja de que se han autorizado desde mayo siete progresiones a tercer grado y 15 traslados, cinco de ellos a cárceles cercanas a los domicilios

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha denunciado este martes que el Ministerio del Interior bajo la dirección de Fernando Grande-Marlaska «deroga de facto la política de dispersión» utilizada como herramienta de la lucha antiterrorista al aprobar el tercer grado y el traslado directo a cárceles del País Vasco de tres presos de ETA.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha autorizado este martes la progresión al tercer grado y el traslado directo al País Vasco de Sebastián Echaniz Alcorta, Jesús Martín Hernando y Oier Urrutia González. Según el organismo dependiente del Ministerio del Interior, han rechazado la violencia y están haciendo frente a las responsabilidades civiles impuestas en sus condenas.

En un comunicado, la AVT se ha quejado de que Interior «cede a una de las reivindicaciones históricas de ETA» y que, desde el mes de mayo, se han concedido la «friolera» de siete terceros grados y 15 traslados, cinco de ellos a cárceles cercanas a los domicilios de los etarras. En dos años de Gobierno de Pedro Sánchez se han autorizado ya 46 traslados.

La AVT, que pidió la semana pasada una reunión urgente con Grande-Marlaska, ha censurado que se dé «un paso más hacia su libertad anticipada con la concesión del tercer grado con el acercamiento a prisiones del País Vasco, concretamente a las de San Sebastián, Bilbao y Álava». Las víctimas consiguieron el compromiso de Interior de ser informadas de estas decisiones, aunque censuran que las medidas afecten a etarras con delitos de sangre o que no se exija colaboración con la Justicia.

«Desde la AVT estamos asistiendo con asombro, indignación, tristeza y estupor a cómo poco a poco se acerca más el objetivo del entorno de ETA, que es de vaciar las cárceles. El pasado viernes solicitamos una reunión de carácter urgente con el Ministerio del Interior, que se hace ahora más necesaria, pero aún no hemos recibido ninguna fecha», aseguran en su comunicado.

PRISIONES DESTACA EL RECHAZO DE LA VIOLENCIA

En un comunicado de Instituciones Penitenciarias tras informar de su decisión se destaca que los tres presos de ETA rechazan la violencia y dos de ellos hacen frente a las responsabilidades civiles impuestos –el tercero, Oier Urrutia González, no tiene delitos de sangre ni se le impuso obligación económica para resarcir a las víctimas–.

Sebastián Echaniz Alcorta ingresó en prisión el 21 de diciembre de 2002 y cumple una condena de 30 años por varios asesinatos, atentado, robo con violencia y utilización ilegítima de vehículo de motor. El Tribunal Supremo confirmó su condena en 2006 por participar junto a los integrantes del comandando Vizcaya José Antonio Borde Gaztelumendi y Enrique Letona Viteri Masillas en el asesinato en 1981 del guardia civil jubilado Joaquín Gorjón González en Basauri (Vizcaya).

También fue condenado por matar ese mismo año al teniente coronel retirado de la Guardia Civil Luis Cadarso y por participar en la vigilancia y posterior atentado mortal contra teniente coronel del Ejército Ramón Romeo Rotaeche en Bilbao en 1981. Echaniz cumple condena además por el atentado en Sestao en 1982 en el que murieron Cristina Mónica Illarmendi, Agustín Martínez Pérez y Alfonso Maside Bouzo, así como otro en el que perdió la vida José Aybar Yáñez.

Según Instituciones Penitenciarias, que ha comunicado la decisión a las víctimas del terrorismo, este etarra «ha renunciado a la violencia, ha reconocido y lamenta el daño y dolor causados, acepta la legalidad penitenciaria y está pagando la responsabilidad civil».

Cumplió las tres cuartas partes de condena en abril de 2019 y la junta de tratamiento del centro penitenciario de Asturias propuso su progresión a tercer grado y traslado a la Sección Abierta del Centro Penitenciario de San Sebastián.

PROPUESTA DE LAS JUNTAS DE TRATAMIENTO

Jesús María Martín Hernando, alias Txus , fue condenado por colaborar en el asesinato del exsargento mayor de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea en 1993. Ingresó en prisión el 29 de octubre de 2010 y cumple una condena de 18 años y un día por atentado y utilización ilegítima de vehículo de motor.

Cumplió las tres cuartas partes de la condena en julio de 2019 y, según Prisiones, «ha admitido la legalidad penitenciaria, rechaza la violencia, ha reconocido el daño causado y ofrece hacerse cargo de la responsabilidad civil». La junta de tratamiento del centro penitenciario de Álava propuso su progresión a tercer grado y destino a la Sección Abierta del Centro Penitenciario de Bilbao.

El tercer etarra, Oier Urrutia González, ingresó en prisión el 5 de abril de 2009 y cuenta con una condena de 14 años por pertenencia a organización terrorista y depósito de armas y municiones. En su caso, la institución dependiente del Ministerio del Interior señala que «ha admitido la legalidad penitenciaria, ha manifestado su rechazo a la violencia, ha reconocido el daño causado y no tiene responsabilidad civil».

Cumplió las tres cuartas partes de la pena en septiembre de 2019 y la junta de tratamiento del centro penitenciario de Logroño ha propuesto su progresión a tercer grado y traslado a la Sección Abierta del centro penitenciario de Álava.

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