Investigadores evidencian que los análisis de sangre pueden predecir el riesgo de padecer cirrosis hepática
Investigadores del Instituto Karolinska en Suecia han evidenciado, en un estudio publicado en el Journal of Hepatology , que las mediciones repetidas del biomarcador FIB-4 en la sangre cada pocos años pueden predecir el riesgo de desarrollar enfermedad hepática grave.
La acumulación de grasa en el hígado a menudo se observa en personas con obesidad o diabetes. En el peor de los casos, el hígado graso puede provocar cirrosis o cáncer de hígado y, aunque es inusual que esto ocurra, en los afectados los síntomas a menudo ocurren en una etapa tardía cuando no hay un tratamiento disponible.
«Es difícil predecir el riesgo de cirrosis, aunque se puede obtener alguna orientación con el uso de análisis de sangre regulares que miden el daño hepático. Por ello, queríamos investigar si lo que se conoce como puntaje FIB-4 puede aumentar la precisión de la identificación de personas con alto riesgo», han comentado los expertos.
En concreto, el estudio ha puesto de manifiesto que el muestreo repetido y las mediciones de la puntuación FIB-4, en lugar de medir FIB-4 en una sola ocasión, pueden aumentar la predicción de una futura cirrosis hepática. De hecho, los expertos han comprobado que casi la mitad de los que luego se vieron afectados por la cirrosis pudieron ser identificados.
«Mostramos que este biomarcador es útil para identificar a las personas en Atención Primaria con un mayor riesgo de cirrosis que pueden necesitar una investigación más cuidadosa y excluir a las personas que no lo necesitan. No obstante, el método debe desarrollarse más para reducir el riesgo de falsos positivos, lo que puede conducir a exámenes innecesarios en personas sanas», han zanjado.