La ONU pide a los países no utilizar tecnologías para interrumpir la participación en reuniones pacíficas
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha pedido este jueves a países y empresas no utilizar tecnologías como el reconocimiento facial o los bloqueos de internet para sabotear la participación en reuniones pacíficas.
Un informe elaborado a petición del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en medio de las protestas contra el racismo sistémico, la corrupción y los problemas económicos exacerbados por la pandemia, muestra que internet y las nuevas herramientas digitales se manipulan «como nunca» para infringir el derecho de las personas a la libertad de reunión.
«Pueden usarse, como es el caso ahora mismo, para limitar y vulnerar los derechos de los manifestantes, vigilarlos, localizar su ubicación e invadir su privacidad», ha indicado Bachelet.
Según ha explicado, la vigilancia por medios tecnológicos ha sido un factor importante en la reducción del espacio cívico en numerosos países por dos razones. La primera es que los estados recurren a la injerencia en línea y el hackeo de las cuentas de redes sociales que los organizadores de las manifestaciones suelen utilizar en su planificación y, la segunda, es que las autoridades usan esos medios para vigilar directamente a quienes participan en las protestas.
Así, en el informe se señala que mucha gente pierde las ganas de manifestarse en público y expresar libremente sus ideas por temor a ser identificado y sufrir luego consecuencias adversas, por lo que urge a dejar de utilizar el reconocimiento facial para identificar a quienes participan en reuniones.
«Las nuevas tecnologías pueden usarse para movilizar y organizar protestas pacíficas, para formar redes y coaliciones y para informar mejor a la gente acerca de las manifestaciones y los motivos de su celebración, con lo que contribuyen a impulsar el cambio social», ha afirmado Bachelet.
En este sentido, también ha criticado los cortes de internet, que el informe ha calificado de «maneras especialmente dañinas de obstruir el funcionamiento de las tecnologías de la información y la comunicación y, por ende, de interferir en las asambleas».
Además, ha agregado que, en este sentido, es «esencial» que los estados cierren la brecha digital y garanticen que el mayor número posible de personas disponga de acceso seguro y económico a internet.
ARMAS NO LETALES
Asimismo, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha expresado «preocupación» por el uso de armas no letales contra los manifestantes. Lanzadores de bolas de pimienta, armas acústicas, drones y otros «sistemas autónomos» que libran gases lacrimógenos entran en esta categoría, ha enumerado.
«Estas armas, supuestamente menos letales, han causado daños terribles cuando se han empleado contra manifestantes pacíficos en el mundo entero. Aunque puedan ser necesarias en determinados contextos para mantener el orden, su uso debe ser vigilado cuidadosamente y debe estar sujeto a una aplicación rigurosa de los criterios de necesidad y proporcionalidad», ha especificado.
Por último, Bachelet ha hecho un llamamiento para la capacitación obligatoria para el personal de las fuerzas del orden público sobre el uso de armas de control de multitudes, y la rendición de cuentas por las violaciones de derechos relacionadas con su mal uso. «Estas pueden matar si se usan de manera incorrecta, ya sea de manera deliberada o accidental», ha insistido.