El PP reivindica la flexibilidad y la negociación como vías para mejorar el empleo en la reconstrucción
Defiende apoyos a todo sector, transferencias incluidas, reconversión industrial y adaptar la fiscalidad a objetivos medioambientales
El PP ha reivindicado la flexibilidad y la negociación en el mercado de trabajo como vías para mejorar la calidad del empleo y la reducción de la tasa de temporalidad en la recuperación de la economía tras la crisis provocada por la pandemia del virus Covid-19.
Así lo defienden los populares en sus conclusiones que han presentado a la Comisión del Congreso para la reconstrucción social y económica, en la que reconocen como «muy potentes» la protección de las rentas y los empleos con ERTE y prestaciones extraordinarias, como a los autónomos, y la línea de liquidez con préstamos avalados por el ICO, si bien cuestionan su eficacia final por «el retraso en instrumentarlas».
Para la reconstrucción, abogan por «un mercado de trabajo flexible, que se adapte a circunstancias pero que no deje atrás a los trabajadores» y «mejorar la calidad en el empleo reduciendo la tasa de temporalidad». «Queremos flexiseguridad pactada», esgrimen.
En este sentido, elevan «la negociación» en el mercado de trabajo como «un elemento clave porque genera estabilidad y la estabilidad genera buenas condiciones de trabajo, buen clima laboral e incrementa la productividad».
Sin citar rebajas fiscales concretas, los populares defienden un sistema tributario «moderno, con capacidad recaudatoria y generador de crecimiento», «estable» y que «transmita seguridad jurídica», y «capaz de actuar con carácter preventivo o disuasorio para alcanzar objetivos medioambientales de la UE».
También la realización de «reformas estructurales», defienden una nueva estrategia para la transformación digital de la economía, un Pacto de Estado por la Ciencia, impulsar la formación dual, la educación en nuevas tecnologías, la reducción de trabas burocráticas, leyes de unidad de mercado, segunda oportunidad, de emprendedores, el diseño de redes de comunicación e infraestructuras atendiendo al objetivo de «vertebrar España», y «seguridad jurídica para que los inversores nacionales e internacionales apuesten por España».
APOYO CON «TRANSFERENCIAS A FONDO PERDIDO»
Para la recuperación económica, el PP propone al resto de grupos medidas de liquidez, tributarias, crediticias, «e incluso transferencias a fondo perdido» en todos los sectores de la economía, si bien especifica medidas en sectores concretos, como en el turismo, la hostelería, la automoción, la construcción, la industria, el financiero o el sector agroalimentario.
En el turismo, pide el desarrollo inmediato de políticas transversales «con base en la seguridad de los países de origen y destino», un plan específico con exenciones, bonificaciones y aplazamiento de impuestos, bonificaciones fiscales al turismo interior, y la prórroga de ERTE de fuerza mayor hasta primer trimestre de 2021, con su flexibilización para la hostelería y la restauración.
Para el sector financiero, alerta del riesgo de que el aumento de la morosidad por la crisis provoque una crisis en el sector financiero, llaman a alargar los préstamos avalados por el ICO revisando los períodos de carencia, y asegurar «la gestión de la calidad del activo de las entidades financieras». «Se consideraría improcedente que se les pidan esfuerzos adicionales en forma de impuestos o requerimientos que afecten a su rentabilidad», remarca.
CONSERVAR INDUSTRIAS NACIONALES, RECONVERTIR SECTORES OBSOLETOS
En la industria, los populares defienden un proceso de reindustrialización del país que pase por conservar industrias nacionales, reconvertir sectores más obsoletos a otros más productivos e innovadores, con una educación «alineada con las necesidades del sector», y «marcos legislativos y fiscales seguros y predecibles».
En este sentido, ven este proceso de reindustrialización «inseparable de un proceso de transición energética absolutamente estratégico» e «íntimamente unido con la reactivación económica con y transición ecológica justa».
Pidiendo contar con aquel sector energético exitoso en su transformación a producciones sostenibles, consideran que «el sector energético y la descarbonización de la economía suponen una oportunidad para el desarrollo de la inversión». Eso sí, alertan de que «solamente garantizando energía competitiva se podrá desarrollar generación eléctrica libres de emisiones contaminantes», y defienden la «modernización y digitalización de las redes eléctricas».
EXPLORAR ÁREAS ALTERNATIVAS EN LA CONSTRUCCIÓN
Para el automóvil, piden acompañar el impulso a la fabricación de coches eléctricos con una «red adecuada de estaciones de carga», y el apoyo a la demanda en particulares y profesionales para renovación del parque como «política preferente» en la reconstrucción.
También piden no suspender obra pública en ejecución, y explorar para la construcción áreas como las infraestructuras sanitarias, la energía asequible y no contaminante, el agua limpia y el saneamiento, ciudades y comunidades sostenibles, lucha contra desertificación y sequía y, específicamente, actuaciones de construcción y rehabilitación, enfocadas en la sostenibilidad energética o la accesibilidad de viviendas usadas, con planes de ayuda a la compra de viviendas sostenibles.
Para el sector agroalimentario, exigen «que la PAC no sea la pagana de la reconstrucción», y resolver cuestiones en los canales de distribución, la fijación de precios y la competencia desleal de terceros países.