Sánchez pide apoyo financiero internacional para iberoamérica junto a 10 gobernantes de la región

Plantean estudiar reestructuraciones de deuda, préstamos blandos y otras medidas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha trasladado este miércoles a una decena de presidentes iberoamericanos su solidaridad en un momento en que la pandemia de Covid-19 ha trasladado su epicentro a esta región del mundo y también su apoyo para conseguir que las instituciones financieras internacionales y regionales faciliten ayuda para que estos países superen las consecuencias de la crisis.

Sánchez ha inaugurado la conferencia de alto nivel «Juntos por una respuesta para América Latina y el Caribe ante la Covid-19», que ha reunido por videoconferencia a los presidentes de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, Paraguay, República Dominicana y Uruguay, y la primera ministra de Barbados, en su calidad de presidenta del CARICOM. Sánchez está acompañado por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.

Asisten también la secretaria ejecutiva de la CEPAL (Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe), Alicia Bárcena; la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan; la directora gerente del FMI, Kristalina Giorgeva; el presidente del BID, Luis Alberto Moreno; el del Banco de Desarrollo de América Latina, Luis Carranza; el del BICE, Dante Mossi y el vicepresidente ejecutivo para América Latina del Banco Mundial, Felipe Jaramillo.

Las economías iberoamericanas serán, según prevén organismos internacionales, las más golpeadas entre los países emergentes, pero al ser considerados países de renta media no se benefician de los instrumentos tradicionales de ayuda de las instituciones financieras.

La renta, ha señalado Sánchez, «no es una fotografía fiel de las desigualdades que sufren las poblaciones» y esto coloca a los países iberoamericanos en desventaja. Por eso, ha llamado a las instituciones internacionales a desarrollar «respuestas adaptadas a las necesidades de la región», aprendiendo de los errores del pasado y «sin hipotecar a las generaciones futuras». Para ello, ha pedido a todos que impulsen el debate en todos los foros internacionales.

Los gobernantes han consensuado una declaración en la que piden a las instituciones financieras internacionales que «consideren medidas adicionales de apoyo para ayudar a los países de América Latina y el Caribe, independientemente de su clasificación por nivel de renta y con especial énfasis en los más vulnerables».

En concreto, piden que se estudien tanto herramientas que permitan estabilizar los flujos de capital, garantizar la liquidez y aumentar el margen fiscal; y en el ámbito sectorial, instrumentos que permitan reforzar los sistemas de salud y de protección social, con especial atención al empleo.

En el ámbito macroeconómico, proponen estudiar medidas como ampliar el margen fiscal mediante préstamos de largo plazo en condiciones adecuadas, garantías para relanzar la actividad económica y estudiar posibles reestructuraciones de pagos de deuda, caso por caso, a países altamente endeudados como consecuencia de la pandemia. Todo ello, añaden, teniendo en cuenta la sostenibilidad de la deuda.

También plantean garantizar la liquidez facilitando el acceso a líneas swap de divisas, emitiendo y reasignando derechos especiales de giro y proporcionando líneas de crédito de rápido acceso y extender garantías para apoyar la financiación mixta de inversiones sostenibles y crear mecanismos para estabilizar los flujos de capital.

En cuanto a los instrumentos que permitan reforzar los sistemas de salud y de protección social, proponen préstamos blandos, posibles donaciones bilaterales y reasignación de recursos previamente aprobados para reforzar urgentemente las capacidades de los sistemas de salud

Estos mecanismos también deberían servir para financiar programas de reactivación productiva, incluida la mejora de la infraestructura fronteriza que fomente la integración regional; apoyo al empleo y fortalecimiento de los sistemas de protección social y sostén a las micro, pequeñas y medianas empresas, en especial para aumentar su inserción internacional e integración en cadenas globales de valor.

Plantean, por último, que se les brinde asistencia técnica para fortalecer los sistemas de protección social, reforzar la capacidad de gestión y aumentar la progresividad de los sistemas fiscales.

Por su parte, los países y organizaciones regionales firmantes reafirman su «voluntad de poner todos los medios necesarios para combatir la pandemia, reforzar la atención a los más vulnerables, mejorar la cohesión y los sistemas de protección social» y aumentar la progresividad de sus sistemas impositivos y combatir la informalidad laboral y la corrupción.

DOBLE RETO

El presidente español ha señalado que, a su juicio, las economías iberoamericanas es enfrentan a un doble reto: sentar las bases para afrontar a medio y largo plazo los desequilibrios macroeconómicos y, al mismo tiempo, «diseñar políticas públicas robustas», tales como sistemas públicos de salud o de protección de trabajadores en mercados de «alta informalidad».

A ello se suman los retos de la digitalización, la emergencia climática, la ciencia y la educación. La salida de esta crisis, ha subrayado, «no puede ser a costa de más desigualdad» ni de «dejar atrás a los más vulnerables».

En este punto, ha expuesto las medidas que ha tomado su gobierno, con una «red de protección con cuatro pilares»: recursos para las empresas, con líneas de avales; a los trabajadores, con ERTEs; a las familias con el ingreso mínimo vital y a las comunidades autónomas que gestionan la sanidad y la protección social.

«La pandemia de Covid-19 ha dejado al descubierto algunas de las principales debilidades de nuestros modelos de sociedad y los más vulnerables han quedado expuestos de manera injusta y desproporcionada», ha señalado, mencionado especialmente a las mujeres y a los jóvenes. «De nuestras acciones de hoy depende que millones de personas puedan seguir aspirando a tener una vida digna y con igualdad de oportunidades», ha añadido.

Ante los riesgos de la pandemia para las economías iberoamericanas, también en 2021 «ante la posibilidad de una segunda oleada», Sánchez cree importante que los gobernantes trasladen a sus empresas y ciudadanos que no se pueden «dejar llevar por la desesperanza» y ni paralizarse «por la incertidumbre», sino actuar de manera conjunta para buscar soluciones.

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