España dependerá aún 20 años de rutas terrestres y marítimas por el retraso en interconexiones de ferrocarril
BRUSELAS, 16
El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea ha alertado este martes de que el transporte transfronterizo de mercancías desde España dependerá aún «durante al menos veinte años» de las rutas marítimas y terrestres, por los enormes retrasos y sobrecostes en el desarrollo de las interconexiones básicas de la red europea de ferrocarril, que incluye la conexión de la Y vasca con Francia y que los auditores estiman tendrá un retraso total de tres décadas.
«Teniendo en cuenta que la conexión del lado francés no estará siquiera planificada antes de 2037, la entrada en funcionamiento de la Y vasca, a su plena capacidad, sufrirá un retraso de al menos 29 años», ha explicado en una rueda de prensa Oscar Herics, uno de los autores del informe del Tribunal de Cuentas que evalúa ocho de los «megaproyectos» de la red europea que los Veintisiete se comprometieron a tener en marcha a más tardar en 2030.
Del lado español, los expertos de la UE cuentan con que la Y vasca esté terminada en 2030, pero ven «poco probable» que su enlace con el resto de la red de alta velocidad española esté lista en los mismos tiempos, habida cuenta de que el tramo Burgos-Vitoria para conexión sigue en fase de estudio.
No son los únicos problemas identificados en el informe en las conexiones ibéricas con el resto del continente, ya que describe problemas operativos en la travesía de los Pirineos orientales, entre Perpiñán y Figueres, por la quiebra del promotor tras una demora de 22 meses en el lanzamiento de la línea tras concluir las obras y porque el número de trenes es inferior la previsto.
También advierten de falta de previsión en el volumen de pasajeros y potencial tráfico y critican que las administraciones central y autonómicas ignorasen las dudas de partes interesadas con respecto a la afluencia y a la sostenibilidad del proyecto.
Los expertos europeos ven igualmente «improbable» que el resto de proyectos europeos analizados cumplan con el calendario; y critican tanto la mala coordinación entre países socio para sacar adelante proyectos transfronterizos –por anteponer proyectos nacionales, como la falta de eficacia del control sobre los proyectos que debería ejercer la Comisión Europea.
Además de los avances de la Y vasca y su conexión con Francia, el informe presentado este martes somete a examen otros siete proyectos en 13 Estados miembro -incluidos Francia, Alemania, Italia, Rumanía, Finlandia y Polonia–, que en total han sumado una inversión de 54.000 millones de euros, de los que 7.500 provienen de las arcas comunitarias.
El análisis lamenta que los Estados miembro tengan «sus propias prioridades de inversión y de planificación», lo que redunda en enormes sobrecostes y en la acumulación de retrasos o el trazado de rutas infrautilizadas después.
La suma de las inversiones en los ochos «megaproyectos» estudiados elevan un en 47% el presupuesto inicialmente previsto, esto es, un sobrecoste total de 17.300 millones de euros que, en el caso de la Y vasca y su paso a Francia es hasta ahora del 39% al haber tenido que añadir 1.825 millones de euros más a lo previsto de partida.
A juicio de los expertos europeos, la Comisión Europea debería de haber actuado de manera «más estricta» para asegurar que los Estados miembro cumplían con los plazos fijados para el desarrollo de los proyectos y el gran retraso en la Y vasca es uno de los ejemplos en los que los auditores creen que Bruselas «debería de haber actuado claramente».