Hospitalizan para una revisión al preso de ETA en huelga de hambre que ha desatado una campaña de sabotajes
Con múltiples sanciones por plantes y agresiones, Patxi Ruiz es un preso conflictivo e inestable ignorado por otros etarras de Murcia II
El preso de ETA Patxi Ruiz ingresó este jueves por la noche en un hospital para someterse a una valoración de su estado de salud tras anunciar una huelga de hambre como queja por la gestión de la crisis sanitaria ante la pandemia de coronavirus y que ha derivado en protestas y sabotajes de grupos cercanos al sector más duro del colectivo de presos de la banda terrorista.
Según informan a Europa Press fuentes penitenciarias, el médico de la prisión de Murcia II consideró que Patxi Ruiz, un preso conflictivo que cumple condena por su participación en el asesinato del concejal de UPN Tomás Caballero, tenía que ser atendido por un especialista a raíz de una primera valoración médica del equipo de atención primaria de la cárcel.
Pese al rechazo inicial de Patxi Ruiz, se pidió autorización al juez de guardia de Mula, que fue quien dio luz verde para su traslado a última hora del jueves en ambulancia y bajo custodia policial al centro hospitalario, con la idea de realizar una valoración más completa de su estado de salud y aplicar un tratamiento si fuera necesario.
La decisión del ingreso en el hospital responde a una petición cursada por la abogada de Patxi Ruiz en la Audiencia Nacional, que el 18 de mayo solicitó un informe médico del preso tras protagonizar una protesta silenciosa al suspenderse las visitas a todas las cárceles, debido a la pandemia de coronavirus. El preso no había comunicado de forma oficial la huelga de hambre al centro penitenciario, ya que se niega a colaborar.
En el auto, consultado por Europa Press, del Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional con funciones de vigilancia penitenciaria se fecha el inicio de la protesta consistente en una huelga de hambre el 13 de mayo. Además, se solicita al centro penitenciario que se informe semanalmente o cuando haya cualquier novedad, así como establecer un «control diario con un resumen clínico» del interno.
PLANTES, INSULTOS Y AGRESIONES
Fuentes conocedoras de la situación de este preso señalan que su expediente en la cárcel cuenta con múltiples incidentes por plantes, insultos, coacciones y agresiones, incluso a otros internos. También tiene sanciones por introducir material prohibido. Patxi Ruiz, que ingresó en prisión por primera vez en 1996, es considerado un preso conflictivo e inestable emocionalmente, ignorado por otros internos de la banda que también cumplen condena en Murcia II.
Tras su protesta silenciosa en plena pandemia de coronavirus, que contó con apoyo de un grupo anarquista de Murcia, la dirección de la cárcel decidió cambiarle de módulo, aunque enviándolo a otro que también es de respeto. Patxi Ruiz está clasificado en primer grado o régimen cerrado, por lo que tiene restringida su vida en prisión y duerme solo en una celda.
La huelga de hambre de Patxi Ruiz, no obstante, ha derivado en diferentes actos de sabotaje de grupos afines al sector duro de los presos de ETA, enfrentados a la línea oficial de Bildu y al colectivo más representativo de los miembros de la banda dentro de las cárceles. De esta forma, han aparecido pintadas contra sedes de partidos y hubo un ataque a la vivienda de la líder del PSE, Idoia Mendia, entre otros.
APOYO DE ATA Y CAMPAÑA DE SABOTAJES
El Movimiento Pro Amnistía y contra la Represión, ATA, ha iniciado una serie de protestas a raíz de la protesta. Esta escisión de ETA, según fuentes policiales consultadas por Europa Press, dice representar a una decena de presos de la banda. En la actualidad, no obstante, no consta que el resto de internos haya reaccionado en señal de apoyo.
ATA ha informado este viernes de que Patxi Ruiz fue trasladado a última hora de la noche de ayer desde la cárcel de Murcia II al hospital Virgen de la Resaca, y que allí se encuentra su familia, a la espera de la llegada del «médico de confianza».
Tras esta huelga de hambre se han sucedido ataques contra sedes de partidos políticos en Euskadi, en el marco de la campaña emprendida por el entorno del Movimiento pro Amnistía y contra la Represión. Este mismo viernes, de madrugada, desconocidos han realizado pintadas en la sede del PNV de la calle Euskalherria, de la Parte Vieja de San Sebastián, pidiendo la excarcelación de todos los reclusos de la banda.
Con este nuevo ataque ya son 14 los batzokis atacados en los últimos días, a los que se suman las pintadas realizadas en nuevos las casas del pueblo del PSE-EE, a una sede de Elkarrekin Podemos y el ataque en la vivienda de la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, y su esposo, el concejal socialista de Bilbao, Alfonso Gil, donde desconocidos arrojaron el pasado martes pintura roja contra el portal y octavillas con la palabra «asesina», que aludían a la huelga de hambre de Patxi Ruiz y pedían la amnistía total.
El pasado 20 de mayo, la negativa de EH Bildu a emplear el término condena, que la coalición planteaba sustituir por el de «enérgico rechazo», impidió al Parlamento Vasco aprobar una declaración institucional sobre el ataque contra la vivienda de Idoia Mendia, un texto que finalmente adoptó la forma de declaración política con el respaldado del PNV, los socialistas, Elkarrekin Podemos y el PP.