Orange señala que el Covid-19 tendrá un impacto en sus cuentas, pero dependerá del alcance la crisis
La operadora mantiene intacta su estrategia y establece un plan «paulatino y por fases» para la nueva normalidad
El consejero delegado de Orange España, Laurent Paillassot, ha señalado que la crisis generada por el brote de coronavirus va a tener un impacto en la cuentas de la operadora de los próximos trimestres, aunque dependerá del alcance la misma, al mismo tiempo que ha asegurado que la compañía mantendrá su estrategia centrada en ofertas de valor y en reforzar su servicio convergente low cost .
En un encuentro telemático con la prensa para presentar los resultados del primer trimestre, Paillassot ha señalado que el brote de Covid-19 no ha tenido mucho impacto en la actividad de la compañía en el primer trimestre de 2020, ya que dicho escenario solo se ha notado en las dos últimas semanas de marzo.
En este sentido, ha añadido que el impacto futuro, que puede venir por impagos, cambios de comportamiento de los clientes o disrupción en el tejido empresarial de las pymes, entre otros aspectos, dependerá de la evolución de la crisis, ya que no es lo mismo una caída del 7% del PIB que del 14% o si dura «seis meses o dos años».
Así, ha señalado que, aunque están haciendo simulaciones, es un poco pronto para anticipar el impacto contrato, que se verá probablemente más en el tercer trimestre cuando haya más claridad sobre el terreno económico en el que van a tener actuar en próximos meses.
En este contexto, ha asegurado que la crisis generada por el Covid-19 no va a cambiar la estrategia de la compañía, basada en la diferenciación en valor, y continúa adelante con reforzar su presencia en el bajo coste con el lanzamiento de ofertas convergentes en sus marcas Republica Móvil, a finales del segundo trimestre, y Simyo, después del verano.
A este respecto, el consejero delegado de Orange España no ve «ninguna razón» por la que la tendencia hacia el bajo coste que registraba el mercado español antes de la crisis del Covid-19 no se mantenga en el futuro o se amplíe.
Asimismo, ha incidido en el compromiso «total» con la plantilla en estos momentos, como refleja su decisión de no poner en marcha ningún Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) durante esta crisis, y ha apuntado que las medidas adicionales de costes que se puedan tomar irán enfocadas a optimizar procesos y ofertas y no afectarán a equipos y empleados.
VUELTA A LA NORMALIDAD
Por otro lado, Paillasot ha incidido en que hay «poco certidumbre» actualmente sobre la vuelta a la normalidad, que depende del calendario que marque el Gobierno, así como del comportamiento de los consumidores en comparación con el que se registraba antes de la crisis.
En este sentido, ha señalado que no es necesario que la operadora reabra todas sus tiendas a la vez porque no va a volver de golpe la normalidad a las compras, por lo que adoptará un enfoque «pragmático y flexible» tras haber demostrado durante la crisis sanitaria su capacidad de adaptación.
Orange ha preparado un plan «paulatino y por fases» de cara a la nueva normalidad que tiene como objetivo garantizar, la salud de los empleados, clientes y proveedores; la conciliación familiar y el respeto a las situaciones particulares y la continuidad de los procesos vitales de la compañía.
El director general de Personas, Comunicación y Relaciones Institucionales de Orange España, Ignacio de Orúe, ha señalado que el regreso a las oficinas será gradual, favoreciendo el teletrabajo como alternativa, y se adoptarán todos los elementos de seguridad necesarios, como material de protección, adaptación de puestos y horarios, acceso controlado a empleados o restricción de acceso a las instalaciones.
Asimismo, la compañía prevé hacer un seguimiento de la salud de los empleados, manteniendo los protocolos de actuación y realizando a test serológicos de forma voluntaria y sin que sea condición para la vuelta al trabajo presencial. Así, la operador ya ha comenzado a realizar los primeros a personal de tiendas y comerciales.
PORTABILIDADES
Preguntado por el fin de la suspensión de las portabilidades, Paillassot ha señalado que lo más lógico es que se mantenga el statu quo mientras dure el Estado de alarma, por lo que no ve que tenga mucho sentido «gastar tiempo y energía» en estas cosas cuando hay que estar ocupados en garantizar los servicios a los clientes.
En este sentido, ha destacado la importancia es que ya se ha logrado «un poco de estabilidad» en las medidas impuestas por el Estado de alarma tras las «idas y vueltas» de las primeras semanas, por lo que no creen que sea «muy útil» cambiar nada ahora si no esperar a volver a la normalidad el día después de que el Gobierno decida poner fina al Estado de alarma.