Los incendios forestales persisten desde hace semanas en Chernóbil sin poner en riesgo la central nuclear
KIEV, 22 (DPA/EP)
Los incendios forestales en la zona de exclusión de Chernóbil persisten desde hace casi tres semanas, con fuertes vientos que complican la situación aunque sin llegar a suponer un riesgo para la central nuclear y los residuos radiactivos allí almacenados.
«Actualmente los vientos están alcanzando los 21 kilómetros por hora», ha explicado la autoridad estatal que controla la zona de Chernóbil, en su mayoría despoblada desde el accidente nuclear de 1986. Más de 1.200 bomberos están trabajando este miércoles para contener varios incendios en la zona, sin que haya riesgo de que las llamas alcancen la estructura de hormigón que cubre la planta de Chernóbil. «No hay amenaza para el refugio, los residuos radiactivos y otros objetos críticos en la zona de exclusión», ha indicado.
La fusión del reactor número cuatro de Chernóbil y la explosión y el posterior incendio en 1986 representan el mayor desastre nuclear de la historia. Los incendios forestales en la zona de Chernóbil y en otros lugares de Ucrania se han sucedido por el clima seco de las últimas semanas tras un invierno en el que no ha habido suficientes nevadas.
Los expertos ambientales han mostrado su temor ante la posibilidad de que los incendios puedan generar cenizas radiactivas y hacer llegar humo contaminado hasta Kiev, que está situada a unos 100 kilómetros de la planta de Chernóbil.
Las autoridades ucranianas han atribuido el humo que ha llegado hasta Kiev en los últimos días a los incendios registrados en la región vecina de Zhitomir y han asegurado que los niveles de radiación están en un rango aceptable.
«La radiación en Kiev y en la región de Kiev está dentro de los límites normales y no excede los valores naturales normales», ha dicho el Servicio de Emergencia Estatal, repitiendo el diagnóstico de días anteriores.
Egor Firsov, un responsable ambiental gubernamental, dijo cuando comenzaron los incendios a principios de abril que la radiación detectada en la zona de Chernóbil era 16 veces superior a los niveles normales.