El partido de Biya se hace con todos los escaños en disputa en la repetición electoral en la zona anglófona
MADRID, 3
El partido del presidente de Camerún, Paul Biya, se ha hecho con los trece escaños en disputa en la repetición de las últimas parlamentarias en las regiones de mayoría anglófona del país, según los resultados oficiales.
De esta forma, el Movimiento Democrático del Pueblo Camerunés (RDPC) se ha impuesto en las once circunscripciones en las que tuvieron que repetirse los comicios, una vez que las apelaciones de la oposición han sido rechazadas, según ha informado el diario Journal du Cameroun .
El RDPC cuenta con 152 escaños en la cámara baja del Parlamento, cuatro más que antes de las elecciones de febrero, mientras que el opositor Frente Social Democrático (SDF) tiene sólo cinco, respecto a los trece con los que contaba.
Por su parte, la Unión Nacional para la Democracia y el Progreso (UNDP) tendrá siete escaños; el Partido Camerunés para la Reconciliación Nacional (PCRN), cinco; la Unión Democrática de Camerún (UDC), cuatro); el Frente para la Salvación Nacional de Camerún (FSNC), tres; y el Movimiento para la Defensa de la República (MDR) y la Unión de Movimientos Socialistas (UMS), dos cada uno.
El Consejo Constitucional de Camerún ordenó a finales de febrero la repetición de los comicios en algunas circunscripciones de las dos regiones anglófonas, inmersas en un conflicto desde 2017 con el Gobierno camerunés.
De hecho, el SDF, el partido que lidera John Fru Ndi, se ha visto afectado por la baja participación en su feudo tradicional, las regiones anglófonas.
Las elecciones fueron además boicoteadas por el principal partido opositor, el Movimiento para el Renacimiento de Camerún (MRC) de Maurice Kamto, y estuvieron marcadas por una elevada abstención en la totalidad del país.
Lo que en 2016 empezaron siendo protestas pacíficas de los habitantes de estas regiones, otrora colonias británicas pero que decidieron unirse al Camerún francés, por su supuesta marginación por parte del Gobierno central, derivó en una dura represión a raíz de la autoproclamación de la independencia de Ambazonia el 1 de octubre de 2017.
Desde entonces, los grupos armados han proliferado y el apoyo a los separatistas, hasta entonces bastante marginal, se ha visto acrecentado. El Gobierno ha respondido mediante una dura represión, durante la que las organizaciones de Derechos Humanos han acusado a las fuerzas de seguridad de cometer atrocidades.