S&P cambia a negativa la perspectiva del rating de Telefónica por la evolución de su ratio de deuda
S&P Global Ratings ha confirmado el rating BBB de emisor a largo plazo de Telefónica, aunque ha revisado su perspectiva de estable a negativa , debido a las débiles previsiones de la agencia de calificación sobre la capacidad de la operadora de telecomunicaciones de reducir su ratio de endeudamiento.
En comunicado, la agencia detalla que el ratio ajustado de deuda respecto al resultado bruto de explotación (Ebitda) de Telefónica se incrementó, según sus criterios, desde las 3,4 veces de 2018 hasta las 3,5 veces, cifra que excede por segundo año consecutivo el máximo de 3,3 veces que suele tolerar para un rating BBB .
En este sentido, S&P Global Ratings añade que este dato contrasta con la mejora que preveía de hasta un ratio de 3,2 o 3,3 veces, apoyada por la venta de activos y la devolución de 1.600 millones de euros por ajustes fiscales en España y Brasil.
La agencia explica que el Ebitda ajustado de Telefónica disminuyó aproximadamente en 1.200 millones de euros en 2019, hasta unos 15.600 millones de euros, debido principalmente a unos mayores costes de reestructuración, al efecto negativo de la depreciación continua de las monedas latinoamericanas frente al euro y a los cargos únicos relacionados con su cambio de modelo de negocio en México.
Así, añade que estos datos erosionaron los esfuerzos de Telefónica de reducir la deuda mediante el flujo de caja discrecional (DCF por sus siglas en inglés) y la venta de activos. «Creemos que el equipo gestor sigue comprometido con mejorar las métricas crediticias, pero los progresos en este área se verá obstaculizados por el crecimiento limitado del Ebitda y las perspectivas de DCF en los próximos dos años», opina.
En este contexto, señala que las cuentas de Telefónica se verán afectadas por las condiciones de mercado en países como España, Reino Unido o Alemania, donde se mantiene una alta competitividad que limitará el crecimiento orgánico de sus ingresos por servicio.
«Las condiciones del mercado en España y algunos otros mercados, así como las tensiones relacionadas con las divisas en sus operaciones en América Latina, podrían hacer que sea difícil para la compañía reducir el apalancamiento ajustado a través del crecimiento del Ebitda orgánico y el flujo de efectivo discrecional (DCF) en el corto plazo», incide.
Respecto a la posible venta de activos en América Latina, que representaron alrededor del 20% de su Oibda orgánico en 2019, considera que podrían mejorar su rating, pero en este momento existe incertidumbre sobre los beneficios y el calendario de esta operación, así como sobre cómo se usarán esos beneficios.
Ante este escenario, la agencia explica que la perspectiva negativa refleja el riesgo de una rebaja si considera que Telefónica ya no realizará un «significativo progreso» en la reducción de endeudamiento en 2020 como pasa intermedio para regresar un ratio respecto al Ebitda inferior a 3,25 veces en 2021, así como si no mantiene un flujo de caja operativo libre ajustado, excluyendo espectro, «sostenible», de al menos el 10%.
Con esta decisión, que se produce en un momento de revisión de numerosos ratings, S&P se desmarca de las otras dos agencias que evalúan a Telefónica, ya que desde finales de 2016 Moody s otorga a la operadora de telecomunicaciones un rating a largo plazo Baa3 con perspectiva estable y Fitch una nota BBB también con perspectiva estable .
En su cuentas de 2019, Telefónica informó de que la generación de caja libre aumentó un 20,6% en los últimos doce meses, hasta alcanzar los 5.912 millones de euros, su nivel más alto desde 2013. La deuda neta se redujo por undécimo trimestre consecutivo y se situó a cierre del ejercicio en los 37.744 millones de euros, lo que supone una reducción del 8,1% respecto al año anterior.