Las mujeres tienen más ansiedad que los hombres ante el coronavirus
Según una encuesta de la UdL, se atribuye al mayor grado de responsabilidad social de la mujer
LLEIDA, 27
Las mujeres presentan más ansiedad social que los hombres ante la epidemia de coronavirus, aunque los niveles sean leves por ahora, según un estudio realizado por la Cátedra de Innovación Social de la Universitat de Lleida (UdL) a partir de 550 encuestas anónimas –362 de mujeres y 188 de hombres– recogidas entre el 13 y el 20 de marzo.
El equipo de la cátedra, en el que participan Ana Blasco, Claudia Tejada, Cristina Torrelles y Carles Alsinet, ha constatado que esta angustia social es más elevada en la población femenina (3,6 sobre 5) que en la masculina (2,9 sobre 5) validando 550 encuestas, un 63% a residentes en Catalunya y un 37% del resto del Estado, ha informado la UdL este viernes en un comunicado.
El director de la cátedra, Carles Alsinet asegura que la mayor ansiedad tendría que ver con un mayor grado de responsabilidad social de las mujeres en general como demuestran, a su juicio, otros estudios.
Según la encuesta, a pesar de que su nivel de ansiedad es más elevado, las mujeres no manifiestan querer evitar situaciones de interacción social en comparación con los hombres, ya que son más conscientes de las medidas a tomar.
En este sentido, los hombres tienden a creer, más que las mujeres, que las medidas de seguridad ya son adecuadas y proporcionadas, aspecto que puede determinar niveles más bajos de angustia.
En cuanto al grado de amenaza al contagio que provoca el Covid-19, la población femenina también manifiesta un nivel superior a la masculina de emociones negativas, las relacionadas con el afecto negativo que provoca malestar: miedo, inhibición, inseguridad, frustración y fracaso.
El equipo de la cátedra considera que las medidas que se toman con respecto a la comunicación y divulgación de información son muy importantes en el bienestar de las personas en situaciones de incertidumbre como la actual.
UNA OPORTUNIDAD PARA APRENDER
Sostiene que a pesar de la incertidumbre es también «una oportunidad para aprender a vivir nuestra vida de una forma diferente y afrontar un escenario donde nosotros podemos aportar algo».
«Hemos presenciado momentos de altruismo y generosidad, experiencias que nos llevaban a sentirnos unidos como comunidad frente una causa común, y esto también nos ayuda a poder adaptarnos y darle sentido a todo lo que está pasando», asegura el equipo.
«Hemos de esperar, debemos tener la esperanza de que esta crisis sanitaria debe hacernos crecer como personas, como familias y como sociedad «, concluyen en su informe los responsables de la cátedra.