Ratificadas las condenas por corrupción contra los ex primeros ministros Ahmed Uyahia y Abdelmalek Sellal
Un tribunal de apelaciones de Argelia ha ratificado este miércoles las penas de cárcel dictadas contra los ex primeros ministros Ahmed Uyahia y Abdelmalek Sellal por cargos de corrupción y abuso de autoridad.
De esta forma, el Tribunal de Apelaciones de Argel ha mantenido en pie la sentencia a 15 años de prisión contra Uyahia y a doce años de encarcelamiento contra Sellal, según ha informado la agencia estatal argelina de noticias, APS.
Uyahia y Sellal fueron detenidos en junio en el marco de una serie de operaciones contra la corrupción y están acusados de «actos punibles en relación con la conclusión de licitaciones y contratos públicos contrarios a la reglamentación y las leyes en vigor».
Este caso es uno de los más importantes abiertos por corrupción desde la salida del poder en abril del expresidente Abdelaziz Buteflika y el veredicto fue emitido en diciembre, apenas dos días antes de unas presidenciales en las que se impuso Abdelmayid Tebune.
Junto a ellos fueron condenados los exministros de Industria Yucef Yusfi y Mahyub Beda, quienes han recibido una pena de cinco años de cárcel, mientras que el antiguo presidente de la patronal Alí Hadad y los empresarios Hasán Larbaui y Ahmed Mazuz recibieron una pena de cuatro años de cárcel.
Por su parte, el empresario Mohamed Bairi y el funcionario del Ministerio de Industria Amín Tira fueron sentenciados a tres años de prisión. La antigua gobernadora de Bumerdes Nuria Yamina Zerhuni y Fares Sellal, hijo del ex primer ministro, recibieron condenas a dos años de cárcel.
Por último, el exministro de Transportes Abdelghani Zaalane y el antiguo director general del Banco Nacional de Argelia (BNA) Abud Achur fueron absueltos.
Numerosos empresarios y otras personas cercanas a Buteflika han sido detenidas desde su salida del poder. La Justicia ha asegurado que trabaja de forma independiente y sin recibir órdenes.
Estas detenciones y juicios no han satisfecho las demandas de los manifestantes, que mantuvieron sus protestas para intentar evitar la celebración de presidenciales y posteriormente contra la toma del poder por parte de Tebune.
El nuevo mandatario tendió la mano a los manifestantes para iniciar un diálogo «serio» y puso entre sus prioridades acometer una «profunda reforma» de la Constitución, lo que ha provocado divisiones entre ellos, dado que algunos están abiertos a esta vía para poner fin a la crisis política.