Las personas con antecedentes de cáncer tienen el doble de riesgo de desarrollar fibrilación auricular
Las personas con antecedentes de cáncer tienen el doble de riesgo de desarrollar fibrilación auricular, en comparación con la población general, según ha evidenciado una investigación presentada en la Sesión científica anual del Colegio Estadounidense de Cardiología junto con el mundo Congreso de Cardiología.
En concreto, según los resultados del trabajo las personas que tenían cáncer de próstata tenían la mayor carga de fibrilación auricular, seguidas de las que tenían cáncer de colon, pulmón y mama. «Cuando observamos a todas las personas con alguna forma de fibrilación auricular, aquellos con ciertos tipos de cáncer tenían más probabilidades de tener anormalidades del ritmo cardíaco, y esta tendencia persistió incluso después de tener en cuenta otros factores de riesgo cardiovascular y enfermedad», han dicho los expertos.
De hecho, han hallado una probabilidad 2,3 veces mayor de tener fibrilación auricular con todos los cánceres estudiados, si bien había un riesgo mayor de 50 por ciento de desarrollar fibrilación auricular en pacientes con cáncer de próstata, colon y pulmón. De estos tres, aquellos con cáncer de próstata tenían el mayor riesgo.
A juicio de los investigadores, estos cánceres pueden estar asociados con una mayor mortalidad debido a procoagulantes circulantes y una mayor inflamación sistémica, pero esta relación aún no se ha estudiado. «Según nuestros hallazgos, ciertos pacientes deben considerarse con un mayor riesgo de fibrilación auricular y pueden beneficiarse de la evaluación cardiaca y los tratamientos apropiados, ya sea con medicamentos o técnicas ablativas, para ayudar a mejorar las tasas de supervivencia a largo plazo», han sentenciado, tras analizar a más de 143 millones de adultos que acudieron a un hospital entre los años 2012 y 2015.
No obstante, los investigadores no han podido distinguir si los casos de fibrilación auricular eran nuevos, crónicos o paroxísticos (la fibrilación auricular que aparece y desaparece y generalmente se detiene por sí sola). Tampoco han podido rastrear qué tratamientos contra el cáncer recibieron los pacientes.