González Laya desvincula la tasa digital de las relaciones con EEUU, que «gozan de bastante buena salud»
La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha desvinculado este martes el plan del Gobierno de una tasa de servicios digitales de las relaciones con Estados Unidos, que «gozan de bastante buena salud».
Preguntada por el asunto por el PP en el pleno del Senado, ha subrayado que España ha sido el tercer país invitado por EEUU a una visita de Estado, después de Francia y Australia. «No creo que a un país que tenga mala relación con Estados Unidos se le invite a esto», ha dicho.
Así, mientras la senadora popular Esther del Brío le ha pedido que defienda ante Estados Unidos los intereses de España y de sus productores de vino, aceite o queso, la ministra le ha afeado que haga «una amalgama» entre cuestiones que no tienen nada que ver. «Podría ser más fuerte defendiendo los intereses españoles si tuviera a la oposición remando conmigo para convencer a Estados Unidos», ha añadido.
Sobre el proyecto de tasa digital, ha vuelto a argumentar que «el problema no son las buenas o las malas relaciones con Estados Unidos» sino saber qué tipo de fiscalidad se quiere, y que el Gobierno quiere «una fiscalidad justa» que no pese solo sobre la actividad analógica sino también sobre lo digital, que es cada vez más importante en la economía.
A Del Brío no le ha convencido la explicación y ha afirmado que el dinero que se recaude con esa tasa «se va a destinar a financiar el despilfarro» y la ruptura territorial.
«Déjense de demagogia porque con ustedes siempre sufren los que vienen a salvar», ha dicho la senadora, que ha pedido a la ministra que tenga «sentido de Estado» y le diga a su compañera de Hacienda que «rompa con sus socios comunistas y retire el impuesto».
En su última respuesta, González Laya ha respondido que la posición española es la de intentar un acuerdo internacional para una tasa global pero que si no se consigue aplicará la suya propia desde final de año, como hará Francia, cuyo Gobierno no es «de la familia filocomunista sino liberal».