Tubos Reunidos perdió 41,5 millones el pasado ejercicio, un 20% más que en 2018
Su deuda financiera neta a 31 de diciembre de 2019 se sitúa en 235,2 millones de euros
BILBAO, 28
El grupo Tubos Reunidos concluyó el ejercicio 2019 con unas pérdidas netas de 41,5 millones de euros, cifra que supone un 20% más que en 2018. Asimismo, cerró el año con 284,4 millones de facturación, un 17% menos, y su deuda financiera neta a 31 de diciembre se situaba en 235,2 millones de euros.
El grupo ha presentado este viernes sus resultados del cuarto trimestre de 2019 y del conjunto del ejercicio pasado, y ha recordado que el pasado 18 de diciembre culminó el proceso de refinanciación de la deuda, que le permite «adaptar su estructura de deuda a la nueva situación de mercado surgida a partir de la imposición de aranceles en Estados Unidos».
En este sentido, ha destacado que de cara a 2020 los compromisos de principal e intereses se reducen a 5,5 millones, y la compañía cuenta con «flexibilidad financiera a largo plazo para adaptar su actividad a la nueva realidad de mercado».
En el cuarto trimestre de 2019, Tubos Reunidos alcanzó una cifra de negocios de 72,9 millones de euros, siendo el trimestre de mayor facturación del ejercicio. Sin embargo, no ha podido continuar con la mejora progresiva de su beneficio bruto de explotación (Ebitda) debido al impacto de la valoración de inventarios en Estados Unidos que han supuesto una pérdida de 10 millones de euros en el último trimestre. Con referencia al conjunto del ejercicio, el pago por los aranceles en las ventas a Estados Unidos ha ascendido a 18 millones.
Tras recordar que la actividad del ejercicio 2018 estuvo marcada por la incertidumbre generada por la previsible entrada en vigor de la sección 232 e imposición de aranceles a las importaciones de tubo sin soldadura a Estados Unidos, la compañía señala que a partir de la aplicación el 1 de junio de 2018 de esas medidas arancelarias ha tenido que hacer frente a una tarifa del 25% para los productos que se exportan a dicho mercado.
Por otra parte, la bajada del precio del petróleo en la segunda mitad de 2018 y su incidencia en la actividad del sector de OCTG, supuso una caída en la entrada de pedidos durante la última parte del ejercicio 2018 que ha afectado a la actividad en el grupo.
El grupo Tubos Reunidos está «progresando positivamente» en su objetivo de diversificación geográfica y de clientes. De esta forma, el peso específico del mercado estadounidense en la facturación del grupo en el ejercicio 2019 ha sido de un 35%, frente al 49% del ejercicio 2018.
El importe neto de la cifra de negocio ha ascendido durante el ejercicio 2019 a 284,4 millones, lo que supone una reducción del 17% respecto al ejercicio anterior. Según señala, ambos ejercicios no son comparables por la distorsión del mercado producida por la entrada en vigor de aranceles en Estados Unidos a mitad de año 2018. Las ventas de tubería, que ascienden a 270,2 millones de euros, disminuyen un 14% en comparación con las ventas del ejercicio anterior.
Las ventas de tubería en el último trimestre del ejercicio 2019 ascienden a 72,0 millones de euros, prácticamente sin variación con respecto al mismo trimestre del ejercicio anterior, y un 10% superiores a las del tercer trimestre.
EBITDA
El Ebitda obtenido por el Grupo durante 2019 ha ascendido a 11,4 millones de euros negativos, frente a los 18,6 millones de euros positivos del ejercicio 2018. El margen de Ebitda de 2019 continúa penalizado por el efecto del arancel en las ventas a Estados Unidos, que ha supuesto un pago en el ejercicio de 18 millones de euros. De este modo, este último trimestre el Ebitda se ha visto afectado por el impacto de la valoración de inventarios en Estados Unidos que han supuesto una pérdida de 10 millones de euros en el último trimestre.
El ejercicio 2019 comenzó lastrado por la ralentización de entrada de pedidos durante el último trimestre de 2018 que provocó el cambio de estrategia comercial en el grupo. Sin embargo, este cambio no se pudo apreciar en la cuenta de resultados hasta el segundo trimestre del ejercicio, cuando se obtuvo un Ebitda positivo de 1,4 millones de euros, que se mantuvo en el tercer trimestre, frente a los 4,8 millones de euros negativos del primer trimestre.
Sin considerar el efecto del ajuste de valoración de stocks en Estados Unidos, el beneficio bruto de explotación obtenido en el cuarto trimestre hubiera sido de 0,7 millones de euros positivos.
Asimismo, el grupo ha registrado el impacto contable de la refinanciación firmada en el ejercicio, lo que ha supuesto un ingreso financiero de 25,6 millones de euros neto de los gastos asociados a la refinanciación. Además, ha registrado una pérdida/deterioro de créditos fiscales en el ejercicio 2019 por importe de 17,3 millones.
Según ha valorado, los resultados del ejercicio 2019 «no son comparables» con los del ejercicio 2018. En todo caso, el grupo ha obtenido un resultado antes de impuestos de 39,0 millones de euros negativo, un 6,9% mejor que el resultado obtenido en el ejercicio 2018, y un resultado atribuible al grupo después de impuestos de 41,5 millones de euros negativo. En lo que respecta al cuatro trimestre de 2019, el resultado fue de 15,1 millones de pérdida.
Como resultado del acuerdo de refinanciación que entró en vigor el pasado 18 de diciembre de 2019, Tubos Reunidos consigue «racionalizar su deuda y contar con mayor flexibilidad en sus compromisos financieros».
El acuerdo facilita la viabilidad y estabilidad del grupo Tubos Reunidos en el corto y medio plazo dentro de un incierto escenario de mercado, consecuencia de la aplicación de medidas arancelarias a las importaciones europeas de productos de acero en Estados Unidos. La nueva estructura de financiación permite «avanzar en la estrategia de diversificación geográfica y de clientes, y continuar reduciendo la exposición histórica del peso del mercado norteamericano».
Asimismo, mejora la expectativa de recuperación de valor del consorcio Tubos Reunidos al obtener la necesaria flexibilidad de sus recursos de financiación y, de esta forma, continuar con las medidas de mejora y eficiencia en la gestión que está desarrollando. En el ejercicio 2019, el flujo de caja operativo ha alcanzado un importe negativo de 6,5 millones de euros, como resultado del menor nivel de actividad y márgenes del período.
Las inversiones netas de capital del ejercicio han supuesto un flujo de efectivo negativo de 3,2 millones de euros. La finalización de los pagos derivados de los proyectos de inversión 2012-17 en ejercicios anteriores ha contribuido a que los pagos por inversiones realizados en el ejercicio asciendan únicamente a 4,8 millones de euros, frente a los 11,8 millones de euros del ejercicio 2018.
Estos pagos se han visto compensados por desinversiones de activos inmobiliarios no afectos al negocio en el ejercicio 2019 por importe de 1,6 millones de euros. Así, el flujo de caja libre obtenido en el período ha ascendido a un importe negativo de 19,9 millones de euros.
De cara a 2020, ha destacado que las palabras incertidumbre y volatilidad son «las que mejor definen la situación de las condiciones de mercado». La evolución de la desaceleración en la que se encuentra la economía, las distorsiones en las cadenas globales de valor desatadas a raíz de la imposición de aranceles y elementos disruptivos temporales como es la afección por coronavirus son una realidad que marca la gestión y reafirma la necesidad de la transformación que se está implementando en la compañía.
No obstante, ha destacado que comienza el año con una cartera un 46% superior a la que inició 2019 y ha incidido en que Asia y Oriente Medio se mantienen como «las áreas geográficas más activas y mercados en los que la empresa está reforzando su presencia comercial».