Doctores alertan de que los excesos en las comidas navideñas pueden aflorar casos de gota no diagnosticados
Los alimentos consumidos durante los períodos navideños como el marisco y la carne roja elevan el ácido úrico y podrían funcionar como un «detonante» de síntomas de gota que han pasado antes desapercibidos, según alertan sanitarios del grupo Vithas.
Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), 1 de cada 3 afectados de gota está sin diagnosticar, porque «a veces los primeros síntomas pueden ser díficiles de apreciar», como han explicado especialistas en medicina interna y el responsable del Servicio de Urgencias del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, el doctor Julián Baixauli.
La gota, señalan, es una enfermedad que causa inflamación en las articulaciones por depósitos de urato (sal de ácido úrico) en tejidos, tendones y ligamentos. Los primeros síntomas son en muchos casos inapreciables, pero como apuntan desde Vithas, una subida considerable de los niveles de ácido úrico en personas que ya han iniciado «en muchos casos sin saberlo» problemas de gota puede manifestar un «primer síntoma en forma de dolor repentino».
Además del marisco y la carne roja, otros de los alimentos que consideran «perjudiciales» son los embutidos, los quesos curados y las bebidas alcohólicas.
Al margen de la dieta, otros de los factores riesgo para la gota son: la hipertensión arterial; la insuficiencia renal; el factor genético; el hipotiroidismo o una glándula tiroides con baja actividad; la obesidad y el sobrepeso; los medicamentos diuréticos; o los problemas médicos como la psoriasis, la anemia hemolítica o algún cáncer que hagan que las células se reproduzcan o se eliminen más rápido de lo habitual.
SÍNTOMAS DE ALERTA Y DIAGNÓSTICO
Desde la SER se estima que un 7 por ciento de los varones adultos tiene altos niveles de ácido úrico en sangre (hiperuricemia) y por ello el doctor Baixauli comenta que podría ser «interesante» considerar como casos de gota a «quienes padecen de cálculos renales de ácido úrico y no han consultado al médico nunca por ese motivo».
El perfil más común de personas con gota es el de hombres entre 40 y 50 años con sobrepeso, que consumen alcohol de forma habitual, y que presentan una vida sedentaria.
Entre los síntomas más característicos de la gota, como apuntan, están el dolor, la hinchazón, el calor y el enrojecimiento articular, que se suelen dar habitualmente en articulaciones inferiores en una siuación de «crisis» de gota.
«Ante estos síntomas, puede suceder que los niveles de ácido úrico no sean altos. Esto es así precisamente porque se están eliminando. El diagnóstico pasa entonces por puncionar la articulación para extraer líquido sinovial y confirmar la presencia de cristales de ácido úrico», ha concluido el doctor.