Hong Kong niega la entrada en el territorio al director general de la ONG Human Rights Watch
Las autoridades de Hong Kong han denegado la entrada este domingo en el territorio al director general de la ONG Human Rights Watch, Kenneth Roth, cuando iba a presentar un informe en el que denunciaba la intensificación de la persecución del Gobierno chino «contra el sistema internacional de los Derechos Humanos», según ha informado la propia organización.
Las autoridades comunicaron a Roth que tenía prohibido entrar en el territorio en las aduanas del Aeropuerto Internacional de Hong Kong, sin darle motivo alguno, según la organización.
«Tenía la esperanza de destacar el asalto cada vez más profundo de Pekín a los esfuerzos internacionales para defender los derechos humanos. La negativa a dejarme entrar en Hong Kong ilustra vívidamente este problema», ha manifestado el director de HRW.
En el informe, cuya presentación estaba prevista para el 15 de enero, Human Rights Watch revisa las prácticas de Derechos Humanos en casi 100 países.
El ensayo introductorio de Roth, que cada año destaca un tema importante de derechos humanos, advierte de que el gobierno chino está llevando a cabo «un ataque intensivo contra el sistema global para hacer cumplir los derechos humanos».
En su lugar, HRW lanzará el informe en una conferencia de prensa el 14 de enero en las Naciones Unidas en Nueva York.
AMENAZAS Y RESTRICCIONES
El pasado 2 de diciembre, el Ministerio de Exteriores de China amenazó con imponer «sanciones» no especificadas contra Human Rights Watch y varias organizaciones prodemocráticas con sede en Estados Unidos, sin dar más detalles.
HRW recuerda que «las autoridades de inmigración de Hong Kong han negado el acceso a la ciudad a los visitantes críticos tanto con el Gobierno continental como las propias autoridades locales, como el académico estadounidense Dan Garrett, el líder exiliado de las protestas de Tiananmen, Feng Congde, o el fundador de Hong Kong Watch, Benedict Rogers, con sede en el Reino Unido.
«Esta actitud tan decepcionante es una señal más de que Pekín está reforzando su control opresivo sobre Hong Kong y restringiendo aún más la libertad limitada de la que goza su gente en nombre del lema un país, dos sistemas «, ha lamentado el humanitario.
Roth ha contextualizado que lo ocurrido este domingo «palidece en comparación con el hostigamiento que los activistas chinos sufren habitualmente: cárcel, tortura y desaparición forzada simplemente por tratar de garantizar los derechos básicos de sus conciudadanos».