Picardo confía en Iglesias para abrir un diálogo que respete «el derecho de Gibraltar a determinar su propio futuro»
El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha remitido una carta de felicitación por su entrada en el Gobierno al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en la que traslada su confianza para «entablar» un diálogo con el nuevo Ejecutivo «que respete el derecho del pueblo de Gibraltar a determinar su propio futuro».
Picardo ha remitido una misiva al líder de la formación morada tras conocerse que ocupará la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030 en el gobierno de coalición con el PSOE liderado por Pedro Sánchez para felicitarle por esta designación.
En la misiva, el ministro principal del Peñón traslada su «más sincera esperanza» para lograr un diálogo «verdadero» que respete «el derecho de Gibraltar de determinar su propio futuro».
En este sentido, Picardo ha destacado las positivas palabras que los representantes del partido morado han realizado en el Congreso de los Diputados en este sentido.
En una entrevista en noviembre de 2018, justo cuando se negociaban las garantías sobre Gibraltar en el Marco del Brexit, Iglesias trasladaba su apoyo a Sánchez para defender a la gente trabajadora del Campo de Gibraltar pero no para «patrioterismos extraños» en relación con el Peñón.
DIÁLOGO, COMPRENSIÓN Y COOPERACIÓN
El ministro principal de Gibraltar ya felicitó el pasado martes tras la investidura a Pedro Sánchez en una carta en la que menciona el deseo compartido de ambos de mirar más allá de «la eterna cuestión» de la soberanía del Peñón.
Asimismo, le tendía «una mano amiga» en nombre del pueblo del Peñón y le ofrece su apoyo para la promoción de «políticas basadas en el principio del diálogo, la comprensión y la cooperación».
Gibraltar será obligatoriamente un foco de interés en la política del próximo Gobierno porque la UE debe comenzar ahora a negociar su relación futura con Reino Unido y, conforme al acuerdo de salida, todo aquello que afecte a Gibraltar necesitará el visto bueno de España.
Este derecho de veto, que el Gobierno español consiguió ya al principio de las negociaciones, estuvo a punto de hacer naufragar el acuerdo del Brexit en 2018, porque el Gobierno de Sánchez consideró que la redacción no ofrecía garantías suficientes.
El escollo se salvó con una declaración del Consejo y de la Comisión Europea y la afirmación, en la Cumbre de diciembre de ese año, de que «no sólo se deberá contar con el acuerdo de España, sino que los acuerdos que afecten a Gibraltar deberán ser acuerdos separados a los que se concluyan con Reino Unido por parte de la UE».