La OIM ayudó a 5.000 gambianos desde 2017 a volver a sus hogares tras no lograr alcanzar Europa
BANJUL, 8
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha informado este martes de que al finalizar el año 2019 ha ayudado a cerca de 5.000 gambianos a volver a sus casas, tres veces más el objetivo marcado por el organismo en 2017, después de que muchos de ellos quedaran varados tras no lograr llegar a Europa.
Gambia, un pequeño país costero en África occidental de poco más de dos millones de personas, ha experimentado grandes migraciones desde 2014. En los últimos años, más de 35.000 gambianos han llegado de manera «irregular» a las costas europeas.
La OIM ha logrado que 2.992 gambianos que permanecían en Libia, 1.392 en Níger, y 618 más encallados a lo largo de diferentes rutas entre África y Europa, hayan podido volver a sus hogares a través del programa de Retorno Voluntario Asistido y de Reintegración.
«Facilitar más de tres veces la cantidad de retornos voluntarios que esperábamos en 2017 es un momento significativo para nosotros» ha celebrado la OIM, la cual se ha puesto como próximo objetivo reducir la brecha existente entre los gambianos a los que han ayudado a regresar y a aquellos a los que han facilitado además su reintegración en la sociedad.
«También esperamos expandir proyectos basados en la comunidad para asegurar que éstas se beneficien también de la reintegración de sus miembros», ha explicado el encargado de la misión de la OIM en Gambia, Fumiko Nagano.
Según los datos ofrecidos por la organización, dos tercios de las 5.002 personas que han vuelto a sus lugares de origen en Gambia han recibido algún tipo de asistencia para la reintegración, que van desde proyectos laborales y empresariales hasta educativos y habitacionales.
«El recurso más importante de Gambia es su gente, especialmente su juventud. La Unión Europea, trabajando en estrecha colaboración con el Gobierno de Gambia y la OIM, ayuda a los retornados no sólo a sobrevivir, sino también a construir un futuro y prosperar en Gambia», ha aseverado la embajadora de la Unión Europea Atila Lajos.
Fatou es una de las personas que se han beneficiado tras regresar de Libia en abril. «Mi esposo y yo queríamos desesperadamente regresar a casa, pero no había forma de salir de Libia», ha recordado esta mujer, quien ha logrado abrir un taller de confección gracias a los fondos del programa Retorno Voluntario.
El caso de Paul es más llamativo, pues tras viajar a través de Senegal, Malí, Burkina Faso y Níger, y enfrentarse durante su odisea «con todo tipo de desafíos», decidió volver a Gambia donde gracias a este programa logró formarse y ahora trabaja en una de las mayores empresas de tecnología y comunicación del país.
El 90 por ciento de las personas que han vuelto han sido apoyadas por una iniciativa conjunta llevada a cabo por la OIM y la Unión Europea para la que se ha destinado desde 2017 fondos de emergencia que el organismo europeo reserva para el continente africano y que en tan sólo tres meses repercutió en al menos 1.500 personas en Gambia.