Feijóo sostiene que prefiere nuevas elecciones a «un gobierno de Podemos, el independentismo y Sánchez»
Dice que «el PP se hubiera sentado con Sánchez para ver si realmente se puede un pacto de investidura» y defiende que Casado «está a la altura»
«ERC no solo condiciona, lo hace de forma pública y notoria para que se note la humillación», denuncia el presidente gallego
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29
El presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, diagnostica una «inestabilidad política histórica en el conjunto de la nación» y una «ruptura del estatus jurídico, constitucional e institucional que hay en España». «Entre un gobierno de Podemos, el independentismo y Pedro Sánchez y una oportunidad para que los españoles vuelvan a decidir, yo me quedo con la segunda opción», se decanta en esta coyuntura.
En una entrevista concedida a Europa Press, Feijóo sostiene que «no tiene sentido esta huida hacia lugares oscuros y que recuerdan al pasado», con un gobierno de coalición del PSOE con un partido de «una ideología absolutamente trasnochada e ineficaz como Podemos», y censura que «la llave del gobierno la tengan dos partidos políticos que no quieren formar parte de España».
El dirigente popular opina que Podemos «no es la solución para cogobernar España en momentos de desaceleración económica y de una crisis territorial tremenda» y reprocha a Sánchez que haya «cambiado de opinión» sobre unos socios que, antes de las elecciones de noviembre, veía que provocarían «tener dos gobiernos en uno y que su política económica y su mensaje económico serían muy perjudiciales para los intereses españoles».
«Si Pedro Sánchez se sienta y llama al PP para hacer un gobierno de más de 200 diputados sería un primer ministro homologable al resto de primeros ministros europeos», afirma Feijóo.
«EL PP SE HUBIERA SENTADO CON SÁNCHEZ»
Frente a los «seis meses de mentira continuada» de Sánchez, Feijóo defiende que su partido sigue siendo «el mismo PP que ofreció el pacto y la coalición de gobierno en el año 2015-2016 como fuerza más votada y que se hubiera sentado con Sánchez para ver si realmente se puede hacer un pacto de investidura».
Acerca de si el presidente del PP, Pablo Casado, debería tomar la iniciativa, Feijóo defiende que «en cualquier instante que el candidato a la Presidencia descuelgue el teléfono, se pone y habla con él cada vez que le ha llamado». En este punto, se ampara en que «la alocución de Casado el propio domingo (electoral) fue medida, no cerrando puertas a nada» y recuerda que él mismo, «en las puertas de Génova», apostó por la gran coalición PP-PSOE.
Preguntado si le ha aconsejado a Casado dar un paso adelante en este sentido, Feijóo responde: «El presidente y yo hemos hablado bastante sobre eso. Y a mí el presidente Casado nunca me ha transmitido que si Sánchez le llama para buscar una gobernabilidad le va a decir que no». «Poner la carga de prueba a la persona con la que en ningún caso se quiere hablar parece que roza la humillación», ha justificado.
«Nosotros somos un partido de Estado. Cuando hemos tenido ocasión de ser lista mas votada le hemos ofrecido en los años 15 y 16 dos opciones: o un pacto de investidura o una coalición de gobierno. A las dos contestó de la misma forma: no es no. Y aquel no es no es el mismo de noviembre de 2019. Es el mismo autor y el mismo comportamiento político: con el PP no. Podemos humillarnos cada 15 minutos, pero si con el PP no, pues entonces será que no», ha argumentado Feijóo.
UN CASADO «A LA ALTURA» AUNQUE CON RESULTADOS «NO BUENOS»
Pese a que Génova nunca avaló públicamente la propuesta lanzada por el presidente de la Xunta de una gran coalición para gobernar España y parar el preacuerdo de PSOE con Podemos, Feijóo defiende el trabajo de Pablo Casado y cree que «está a la altura» del momento político actual.
«Nadie de buena fe podrá responsabilizar al PP del pacto entre PSOE y Podemos. Y nadie puede responsabilizar al PP de este pacto de PSOE y Podemos sustentado en ERC. Nadie nos va a hacer responsables de esto, ni siquiera todo el aparato mediático del PSOE. Por tanto, claro que está a la altura», ha respondido al ser preguntado por el presidente del PP.
En su opinión, en las elecciones de noviembre los resultados electorales del PP «no son buenos», pero ve «un balance bastante más satisfactorio que en abril» porque los populares lograron recuperar «una fase ascendente y una fase de esperanza».
Al respecto, admite que «un PP con cinco millones de votos no tiene buenos resultados», pero destaca que se consiguió que su partido aumentase los apoyos mientras bajaron los del PSOE y los populares ocuparon «el espacio de centro derecha», porque Ciudadanos «pasa de ser un partido con posibilidades a ser un partido en descomposición».
EL VISTO BUENO «DE UN PRESO Y UN FUGADO»
Al reproche a Sánchez de haber «cambiado» de opinión sobre Podemos, el presidente gallego agrega que permita que España dependa «del visto bueno de un preso y de un fugado». «No tiene sentido que a la Abogacía del Estado, de forma pública y notoria, se la dirija desde una cárcel o desde un dirigente político que ni siquiera quiere volver a su país porque sabe que tiene un juicio pendiente», ha enfatizado.
Para Feijóo, es «evidente» que la Abogacía del Estado está sometida a presiones políticas, aunque el plazo para presentar las alegaciones a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre Oriol Junqueras concluye el 2 de enero, porque «lo ha dicho ERC: que no hay gobierno si el informe no contiene los gestos necesarios que considere oportuno».
«ERC no solo condiciona, lo hace de forma pública y notoria para que se note la humillación», destaca al recordar que la formación catalana «está cumpliendo» que la investidura se iría para enero. Al respecto, subraya que «no hay precedentes en 41 años de democracia» de que algún presidente, «desde Suárez hasta Rajoy, que ni siquiera haya testado la posibilidad de gobernar con partidos independentistas».
Ante esta tesitura, Feijóo cree que el partido del puño y la rosa se ha convertido en «un grupo de socialistas en el entorno de Pedro Sánchez que quieren finiquitar el PSOE que ha sido tan útil en la democracia española». Al respecto, detecta «un PSOE desdibujado», que solo «mantiene las siglas».