Borrell dice que la UE hablará de DDHH con China y con todo el mundo: «No es un tema doméstico, es universal»
Singapur apuesta por un acuerdo de libre comercio UE-ASEAN, paralizado hace 10 años, como apuesta por una economía abierta
El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, ha afirmado este lunes que la UE seguirá hablando de Derechos Humanos con China y con todos los países: «Está claro que cuando hablas de estas cosas entras en temas domésticos, pero los Derechos Humanos no son un tema doméstico, son un tema universal», ha dicho.
El exministro español se ha expresado así en rueda de prensa al término de la reunión ministerial del Foro ASEM, que reúne a 53 países europeos y asiáticos y a las instituciones europeas, después de su choque de este domingo con el viceministro chino de Exteriores y consejero de Estado, Wang Yi.
Tras una reunión en Madrid, Borrell dijo que habían abordado todos los temas, «también los que enfadan» y en concreto Hong Kong y Xinjiang, y afirmó que trabajarían juntos «para establecer una asociación que tenga en cuenta también los Derechos Humanos».
Acto seguido, Wang pidió «respeto al principio de no interferencia en los asuntos internos que está reflejado en la Carta de la ONU» y expresó, tajante, el rechazo chino «a las acciones de la UE para interferir en asuntos chinos, incluido Xinjiang». Dicho esto, apostó por intercambiar información y mejorar el entendimiento mutuo «desde la igualdad y el respeto».
Este lunes, Borrell ha señalado que cuando se habla de Derechos Humanos debe hacerse con respeto a los países pero también ha asegurado que la UE seguirá expresando sus «grandes preocupaciones sobre los Derechos Humanos en todo el mundo». También ha afirmado que su relación con Wang es «extraordinariamente buena» desde que ambos se conocieron en la ONU hace un año y medio.
El exministro español ha participado en su primera rueda de prensa como alto representante, en una reunión celebrada en el Palacio de El Pardo de Madrid en la que países de Europa y Asia y la Comisión Europea han apostado por lo que han llamado un «multilateralismo efectivo» y un orden internacional basado en reglas.
DECLARACIÓN FINAL
De la reunión ministerial –44 países han enviado delegaciones lideradas por un ministro– ha salido una declaración de cuatro páginas y media que, aunque técnicamente es una declaración «de la presidencia» porque «todo el mundo querría decir las cosas de otra manera en un punto o en otro», tiene el acuerdo de todo el mundo, ha explicado Borrell.
La declaración repasa asuntos como la necesidad de más compromisos contra el cambio climático, incluida la necesidad de financiación; el apoyo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), la situación de Corea del Norte, Birmania, Irán, Oriente Próximo, Yemen o Ucrania.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan, ha hecho una apuesta firme por la negociación de un acuerdo de libre comercio entre la UE y los 10 países del sureste asiático que forman ASEAN –una negociación que se paralizó en 2009– a partir del que ya ha firmado su país y teniendo en cuenta que Asia es el foco del crecimiento mundial.
«No será fácil por la diversidad de las economías», ha reconocido, pero supondría crear la mayor área de libre comercio del mundo y, por lo tanto, un mensaje importante a favor de la apertura. Eso sí, ha reconocido que, al contrario de lo que muchos querían hacer creer, «el libre comercio tiene ganadores y perdedores» y es responsabilidad de todos negociar de manera que los ciudadanos resulten beneficiados o dispongan de redes domésticas de apoyo «para los que resulten afectados, al menos temporalmente».
Borrell ha coincicido con él recalcando que toda actividad «produce ganadores y perdedeores, aunque la balanza neta sea positiva». «Hay que pensar en los perdedores y quizá no pensamos que habría tantos», ha afirmado, convencido de que las protestas que están teniendo lugar en muchas partes del mundo, desde París a Iberoamérica, son «un contragolpe de la globalización».