Un estudio advierte del aumento de los bulos de salud y la disminución de la confianza en el personal sanitario
El 63 por ciento de los profesionales sanitarios asegura que los bulos de salud se han incrementado en el último año, y un porcentaje similar (65%) considera que la desinformación está provocando la desconfianza del paciente a la información que estos les dan, según las conclusiones del II Estudio sobre Bulos en Salud elaborado por el Instituto #SaludSinBulos y Doctoralia.
El estudio, que ha sido presentado en el simposio #PacientesinBulos, Comunicación clínica eficaz , en el Hospital La Princesa, de Madrid, ha encuestado a un total de 350 profesionales sanitarios, de los cuales un 90 por ciento piensa que los pacientes, antes de acudir a la consulta, suelen buscar información en internet sobre su patología y sus síntomas, la cual no consideran fiable el 76 por ciento de ellos, debido, sobre todo (63%), a la falta de contraste de especialistas.
Según los resultados del estudio, Internet y las redes sociales son los principales canales de difusión de fake news , dado que hasta un 77 por ciento de los bulos sobre salud se transmitían a través de las redes. En concreto, Whatsapp ha experimentado un incremento notable como medio de propagación de bulos (43%).
«El paciente está, a menudo, perdido entre tanta infoxicación que puede encontrar en internet y las redes y no sabe qué es fiable», ha explicado el presidente de la Asociación de Invesigadores en eSalud (AIES), impulsora de #SaludSinBulos, el doctor Sergio Vañó.
Esto provoca que 2 de cada 3 pacientes desconfíen de la información que le proporciona su médico a causa de esta sobreinformación existente en la red, «lo que puede ocasionar el abandono del tratamiento y tener graves consecuencias en su salud», ha advertido el doctor Vañó.
«Igual que cuando se hacen ensayos clínicos se observan los efectos del placebo, en la información en salud se da el efecto nocebo , es decir, que la información errónea de que un tratamiento te puede producir un efecto adverso puede influir negativamente», ha explicado.
Asimismo, las consultas por tratamientos sin evidencia científica debido a que los pacientes habían encontrado terapias erróneas en la red, según 6 de cada 10 encuestados. Las pseudoterapias siguen siendo el principal motivo de bulos de salud, seguido de la alimentación (que ha experimentado un aumento), el cáncer, los efectos secundarios de los medicamentos y la supuesta toxicidad de los compuestos, que también ha crecido. «Este año hemos tenido muchas alertas alimentarias que han ocasionado un aumentos de los bulos, lo que se refleja también en consulta», ha explicado el coordinador de #SaludSinBulos y director de la agencia COM Salud, Carlos Mateos.
Sin embargo, solo la mitad (50%) de los profesionales combaten los bulos sobre salud, que se pueden combatir tanto en redes sociales, como en blogs personales y en la misma consulta, tal y como ha asegurado el doctor Vañó. Además, 2 de cada 3 encuestados confiesan no recomendar webs o aplicaciones a los pacientes para que consulten sus dudas sobre salud. «Todos los profesionales tenemos que hacer un esfuerzo por comunicar mejor en medios digitales, ya que esto repercutirá de forma positiva en la salud del paciente», ha apuntado.
En este sentido, el 96 por ciento de los profesionales sanitarios cree que las instituciones públicas deberían tomar medidas para vigilar los bulos, y el 82 por ciento cree que los profesionales deberían recibir información específica, ya que 4 de cada 10 profesionales sanitarios reconoce no estar formado en habilidades de comunicación. «La información es clave en la relación medico-paciente. Tener pacientes adecuadamente informados mejora su salud», ha subrayado.
LAS BASES DE UNA COMUNICACIÓN CLÍNICA EFICAZ
Para evitar esta creciente desconfianza por parte de los pacientes hacia los profesionales, es fundamental mejorar la relación entre médico y paciente, un asunto sobre el que representantes de profesionales sanitarios y pacientes han debatido en el simposio #PacientesinBulos.
Para la moderadora de la mesa, la reumatóloga de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, la doctora María Jose Cuadrado, «en la consulta es necesario trabajar en una comunicación cercana, comprensible con el paciente, en la que se transmita la evidencia científica de manera sencilla y se escuchen y se atiendan sus necesidades de información».
Para conseguir esta comunicación cercana es fundamental la confianza del paciente hacia el profesional sanitario, que no se debe dar por hecho, sino trabajarla activamente. Según ha indicado el portavoz de la Sociedad Española de Reumatología y director del Instituto de Salud Osteoarticular (ARI), el doctor José de la Mata, los médicos, asistencialmente hablando, siguen anclados en la medicina basada en la enfermedad, y muchas veces olvidan la importancia de transmitir los conocimientos de forma correcta. «El paciente entra en la consulta ofreciendo un crédito y puede salir de la consulta desengañado a causa de que el médico no ha ofrecido la confianza suficiente. Esto es algo que debemos cambiar», ha advertido.
Para garantizar un buen tratamiento y evitar fracasos terapéuticos, el presidente de la SER ha abogado por mejorar la comunicación de los conocimientos y asegurar la divulgación de calidad, para lo cual se necesita formación. «Es impensable que en las facultades de medicina no haya una asignatura que se dedique a la comunicación», ha comentado.
En este sentido, la secretaria de la Asociación Nacional de directivos de Enfermería (ANDE), la enfermera doctora Blanca Fernández-Lasquety, ha tranquilizado respecto a esta falta de comunicación. «Según un estudio, en España somos el segundo país del mundo con más confianza por parte de los pacientes hacia sus profesionales de la salud», ha revelado.
Una forma sencilla y eficaz de aumentar esta relación médico-paciente se puede conseguir compartiendo las decisiones sobre el tratamiento con el paciente, tal y como ha apuntado la doctora, que ha explicado que «para tomar decisiones compartidas primero tenemos que informar muy bien a la persona, y conocer sus recursos (tejido familiar, cultura, vivencias, necesidades, recursos) y llegar a un intercambio entre el profesional y el paciente. Se debe perseguir un objetivo común. Hay que hacer al paciente responsable de su propio proceso de salud».
Esto puede resultar difícil cuando los tiempos de consulta son reducidos, para lo cual el jefe de Servicio de Farmacia del Hospital Clínico San Carlos y director de Investigación e Innovación de la SEFH, José Manuel Martínez Sesmero, ha recomendado «aplicar otras metodologías para realizar nuestra labor con el tiempo de que disponemos, como valerse de las redes sociales, persuadir, prescribir». Fernández-Lasquety, por su parte, ha considerado que «hay que mejorar la gestión de recursos, compartir la labor del médico con la de la enfermería y valerse de otras herramientas, con el fin de dedicarle al paciente el tiempo que necesita».
Para el director y coordinador científico del Foro Español de Pacientes, el doctor José Luis Baquero, la prevención es muy importante y puede mejorar mucho. «Hemos de promover mucho más las informaciones sobre prevención y confianza en el profesional sanitario, por ejemplo, se podrían aprovechar las salas de espera a la consulta para introducir este tipo de informaciones beneficiosas», ha propuesto.
De la misma forma piensa el director de Servicios Técnicos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Antonio Blanes, que ha explicado debería existir un sistema de control en las vías por las que se obtiene información sobre salud. «Por ejemplo ahora está de moda pedir productos con antibióticos debido a su prescripción por influencers en las redes sociales. Es labor de los profesionales introducirnos en estos canales para contrastar las informaciones que van surgiendo», ha concluido.