Recuperados un 90% de los restos de Eloy Campillo de la sima La Topinoria, que serán analizados para su identificación
Aproximadamente un 90 por ciento de los restos del que fuera alcalde pedáneo de Sotres (Asturias) y guarda de Picos de Europa Eloy Campillo, desaparecido en 1945 y asesinado por los maquis , ha podido ser recuperado este fin de semana de la sima La Topinoria, en el macizo de Ándara, en la zona oriental de los Picos de Europa, en Cantabria.
Estos restos óseos, y un casquillo de bala que también se ha hallado este fin de semana, serán trasladados al Laboratorio de Antropología Forense de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, donde se realizará el análisis antropológico forense y toma de muestras biológicas para identificación genética, ha informado en un comunicado el despacho jurídico y pericial Rodríguez Palomares.
En el operativo de rescate llevado a cabo el sábado por un grupo de espeleólogos, bajo la dirección del antropólogo forense Fernando Serrulla, miembro de Arandazi, se logró recuperar también en torno a un 30% de los restos de una niña que se encontraba en el lugar y de la que se lograron recuperar piezas importantes, como una mandíbula con algunos dientes.
Muestras de los restos de la niña serán enviadas a Estados Unidos para un exhaustivo estudio mediante la técnica del Carbono 14, con el fin datar con mayor exactitud su fallecimiento, dado que para el equipo de trabajo es «igualmente prioritario la posible resolución de ese caso».
Concluido el operativo de rescate, todos los asistentes acudieron a la última reunión de trabajo, donde se proyectaron las imágenes y videos obtenidos durante la jornada, tanto en el interior y como en el exterior de la cavidad, apoyadas por las explicaciones técnicas de las personas que llevaron a cabo la extracción y recuperación de los restos.
DESAPARICIÓN DE ELOY CAMPILLO
La desaparición de Eloy Campillo está relacionada con el célebre suceso histórico acaecido el 22 de abril de 1945 en Pandébano, cerca de Sotres (Ayuntamiento de Cabrales-Asturias).
Ese día se habían dado cita varios guerrilleros y algunos vecinos de Sotres en un conjunto de cabañas para celebrar con una comida la inminente caída de Berlín, anunciada en prensa como la última gran batalla en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
Fruto de una confidencia, la Guardia Civil tuvo conocimiento de la reunión y once guardias y un cabo rodearon de madrugada las cabañas. Se produjo un cerco con lanzamiento de bombas de mano e intenso fuego de fusilería en el que resultó muerto el jefe guerrillero Ceferino Roiz, Machado .
El suceso tuvo un final inesperado. El guerrillero Hermenegildo Campo, Gildo , que no había acudido a la cita, escuchó desde su escondite en Sotres los disparos y acudió en ayuda de sus compañeros. Cambiando de posición, comenzó a disparar sobre los guardias causando tres bajas entre ellos y haciéndoles pensar que un grupo más numeroso les atacaba. La Guardia Civil emprendió la retirada en dirección al pueblo de Bulnes.
Roto el cerco, los guerrilleros reunieron en Sotres a todos los vecinos invitados al festejo, entre los que se encontraba Campillo, y les obligaron a acompañarles en su huida al monte para aclarar lo sucedido e identificar al posible delator.
La investigación realizada por Antonio Brevers para su libro La Brigada Machado revela como aquella noche en lo alto de Sotres, en el interior de una cueva de difícil acceso llamada Maricuca, tuvieron lugar los duros interrogatorios a los vecinos.
Desde un primer momento las sospechas se centraron en Eloy por ser «de derechas» pero Campillo defendió su inocencia hasta el último momento.
Gracias a la investigación de Brevers, la familia pudo conocer que el fallecimiento de Campillo tuvo lugar en la noche del 24 de abril de 1945, después de ser apartado del grupo que se dirigía a Bejes, tras atravesar la Canal de las Vacas. Un disparo acabó con su vida y posteriormente los guerrilleros arrojaron el cuerpo a una torca en la zona de Ándara.